sábado, diciembre 31

Año nuevo...¿vida nueva...?

Cada año igual. Cuando se acerca el día treinta y uno todo el mundo habla de esos buenos propósitos con que despedimos el viejo 2010, los cumplidos y los incumplidos. No había reparado en ello hasta ayer, rodando por la autovía Sevilla Cádiz. Volvíamos de nuestra estancia navideña en Barcelona y, como siempre, puse la radio… Y como siempre, los mismos y recurrentes temas: Noche Vieja, Año Nuevo, los deseos, los proyectos, los buenos y casi nunca cumplidos propósitos: dejar de fumar, ir al gimnasio, aprender inglés, viajar a un país desconocido, perder peso… ¡Santo cielo!, se acaba el año y no se me había ocurrido volver la mirada a ese momento en que, recién nacido el 2011,  pensé en quién sabe cuántas cosas quería conseguir en el nuevo tiempo que estrenábamos. Y es que,  la verdad,  no lo recuerdo. Desde hace unos años soy poco exigente con la vida y suelo pensar aquello de… “virgencita, virgencita…, que me quede como estoy”. Es de justicia, creo yo, porque ¿qué es lo que necesitamos para vivir? Mucho menos de lo que solemos pensar, así que voy a seguir en la misma línea, para no frustrarme demasiado; si acaso, un propósito saludable que ojalá se cumpla: no dejarme arrastrar por esos cantos de sirenas que pretenden tenernos asustados y arrebatarnos la esperanza.
¡Ah... ¡ y no aumentar de peso, que últimamente, con unos kilitos de menos,  me siento yo “divina de la muerte”,  y eso que el año pasado ni siquiera me lo propuse mientras me atragantaba con las 12 uvas.  

martes, diciembre 20

Navidad

Sí, que ya sé que estoy algo perdida últimamente y tengo mis razones. Prometo ponerme al día en cuanto acaben las prisas de estos días. Mientras tanto, os dejo mi particular felicitación navideña. Y, por favor, no perdamos la sonrisa. Siempre hay una razón para no dejarse llevar por la desesperanza tan instalada en nuestro mundo.

En memoria de mi tita Mª Dolores. Un adiós en silencio

No quiso molestar. Decidió que cuidaría de ellos hasta el final. Por eso insistió:

- Venga, que estoy mejor. Vosotros necesitáis descansar. Mañana por la mañana me dan el alta y estoy en casa.

Y se fueron todos a dormir, pensando que era mejor descansar, por si las cosas se ponían feas y había que velar la enfermedad durante días. 
 Pero no esperó la llegada del amanecer. Su corazón dejó de latir sobre las dos de la madrugada, dormida ella, dormidos ellos, sin hacer ruido, sin molestar, sin darles una mala noche. Todo como siempre.
Desde que tenía apenas diez años se hizo cargo de la numerosa prole familiar. Fue madre de todos sus hermanos, con la edad de jugar a las muñecas. Y lo hizo sin quejarse, asumiendo que ese era el papel que le había tocado en la vida. Por eso no le costaba nada estar siempre atenta a las necesidades ajenas. Era generosa en demasía. Se olvidaba de sí misma y perdonaba los desaires, los malos modos y hasta algún desprecio cotidiano, de esos que apuntan a la autoestima de tantas mujeres. Fue una luchadora resistente; a un tiempo gallina clueca que cobijaba bajo sus tiernas plumas a sus crías, y la más fiera leona si había que defenderlos de las garras de la vida.
Se nos fue otra mujer nutricia, y todos nos quedamos un poco huérfanos y faltos de ese cuidado amoroso y hasta inoportuno que tanto necesitamos.
Estoy segura que le hubiese gustado escuchar este concierto de uno de sus hijos. Se lo dedico con mi recuerdo todavía triste.

sábado, diciembre 10

El tiempo pasa... irremediablemente pasa.

Así somos algunas madres: guardamos esos pequeños tesoros de la infancia de nuestros hijos, quizás porque esperamos que un día nos recuerden el paso irremediable del tiempo y cómo se nos escapan esas pequeñas cosas que ahora adquieren un nuevo significado.  Seguro que ese día en que mi hijo me trajo, orgulloso su cuento, escrito para Sant Jordi, yo tenía mucho trabajo y apenas le puse atención; tal vez fue su padre el que, identificado con su retoño, le dedicó un buen rato y todo tipo de felicitaciones. Pero aquí están estas tiernas páginas, escritas con caligrafía insegura y todavía muy  infantil. Y están porque la madre, esa mujer siempre ocupada y aparentemente displicente, las guardó, como un pequeño tesoro, que un día confirmaría el genio, la creatividad, la imaginación y la sensibilidad de ese hijo que llegó a su vida cuando todavía era demasiado joven. http://dl.dropbox.com/u/34525992/book/index.html

sábado, diciembre 3

Criadas y señoras: para reflexionar y sonreir

Una película de bajo perfil y presupuesto está haciendo estragos en la taquilla estadounidense. Lejos de lo que se pensaba, la cinta The Help, traducida al español como Criadas y señoras, está teniendo una gran aceptación entre el público que, de hecho, la ha situado en la cima de la taquilla.
La película está basada en la novela homónima escrita por Kathryn Stockett. La novela, publicada en el año 2009, lleva vendidos más de 5 millones de ejemplares en todo el mundo, lo que generó que la adaptación al cine sea solo cuestión de tiempo.
Quien se puso al hombro la adaptación de Criadas y señoras es Tate Taylor, un hombre que con esta producción suma su segundo largometraje. De hecho, Taylor también es quien contribuyó a que el libro sea publicado, ya que fue quien ayudó a la escritora, amiga suya, a encontrar una editorial que publicara la novela.
Criadas y señoras refleja un drama racial. Teniendo de contexto a Mississippi, una tradicional sociedad de Norteamérica, a inicios de los años 60, la historia gira alrededor de un puñado de mujeres. Una de ellas es Eugenia Skeeter, una joven universitaria que arriba a su localidad natal para convertirse en escritora enfrentando los deseos de sus madres, que sólo quería que ella encuentre un buen partido y se case.
Eugenia, interpretada por Emma Stone, emprende su objetivo y comienza a escribir un libro que dará que hablar. Su libro pondrá en jaque las jerarquías y prejuicios establecidos, centrándose en las diferencias de clases y razas, especialmente en las criadas negras que trabajan para familias acomodadas.
El libro recogerá experiencias y testimonios sobre esta situación, lo cual nos lleva a reflexionar sobre muchas actitudes personales. 

Nader y Simin, una separación: recomendable

El primer film iraní en ganar el Oso de Oro en Berlín fue este drama en torno a la separación de una joven pareja. Simin quiere irse de Irán para brindar una vida mejor a su hija, pero Nader decide quedarse para cuidar a su padre enfermo. El conflicto entre los deseos de ella y las obligaciones que su conciencia le dicta, se desata,  mientras él lucha por sacar adelante la ingente tarea de cuidar de un padre con Alzhaimer. La solucíón: una mujer contratada para ese trabajo. Pero pronto aparecen los miedos y los valores culturales de ésta, que no podía tomar decisiones sin plantearse qué era o no era pecado. Todo este cóctel desencadena una serie de problemas que afecta a las dos familias y que se extiende más allá de lo doméstico.
El drama de una sociedad en cambio y cómo también las diferencias de clases afectan a la moral y la religiosidad en el mundo islámico.
Género: Drama .
Director: Asghar Farhadi
Intérpretes: Leila Hatami, Peyman Moaadi, Sareh Bayat, Sarina Farhadi y Shahab Hosseini.
Nacionalidad y año de producción: Irán
Duración: 123 min.
Fecha de estreno: 07 / 10 / 2011.
Productora: Asghar Farhadi.
Guionista: Asghar Farhadi.
Fotografía. Mahmoud Kalari.
Distribuidora: Golem.
Música: Sattar Oraki.
Clasificación: No recomendada menores de 7 años .

viernes, diciembre 2

Risa en la oscuridad: literatura pura y fría.

No puedo recomendar esta libro, porque la verdad es que me acerqué a él por pura curiosidad intelectual. Sabía que Navokow es considerado uno de los mejores escritores del siglo XX y conozco su obra Lolita. Así que, como otras veces, me compré el libro dispuesta a descubrir eso que dicen sobre él. Y como otras veces me he quedado fría. Definitivamente, no soy una intelectural. 
La historia es más o menos así: Albinus, un respetable crítico de arte, conoce a Margot, una mujer mucho más joven que él, que trabaja como acomodadora en un cine y sueña con ser actriz. Albinus queda prendado de sus encantos y abandona a su esposa y a su hija para fugarse con ella. Pero entonces irrumpe una tercera persona, Axel Rex, un joven artista rebosante de talento y de cinismo, que ha sido amante de Margot. Se completa así el último vértice de un triángulo amoroso de fatídicas consecuencias.
Devorado por los celos, Albinus sufre un accidente automovilístico que lo deja ciego. Entonces decide retirarse a una casa aislada con Margot y ella acepta acompañarlo. Pero lo que Albinus no sabe es que en la casa se instala también Axel, que hace el amor con Margot y se pasea retadoramente desnudo ante el desvalido Albinus, que oye pasos enigmáticos e intuye que algo extraño está sucediendo a su alrededor.

Una mujer casada: descubrir a las mujeres de otras culturas

Con 'Una mujer casada', Manju Kapur, ya consagrada dentro y fuera de la India con su primera novela, 'Hijas difíciles' (1998), vuelve a bucear en las turbulentas aguas de la condición femenina en la India. Si en su primera novela Kapur privilegió el pasado reciente, aquí explora la realidad contemporánea de una India globalizada.
La protagonista, Astha, mujer hindú casada con un correligionario, hombre de negocios de Delhi, vive dentro de un matrimonio convencional, hasta trabar conocimiento con Aijaz, musulmán y participante en un grupo de teatro de izquierdas. Aijaz fallece trágicamente en la secuencia de los enfrentamientos hindu-musulmanes de Ayodhya; pero luego, es en esa misma ciudad donde Astha conoce a Pipee, una mujer de origen hindú que trabaja en una ONG y resulta ser la viuda de Aijaz. La amistad entre las dos mujeres deviene en una relación lesbiana, clandestina pero marcada por una muy profunda afectividad, tan fuerte que incluso podría parecer un segundo matrimonio, pero con consecuencias problemáticas e imprevisibles.

Persuación: un clásico

Persuasión fue la última novela de Austen, escrita entre 1815 y 1816, y publicada de forma incompleta una vez revisada después de su muerte. Y como es común en sus novelas, se refiere a las cuestiones sociales de su tiempo.
Es la historia del romance de Anne, la hija menor del fatuo Sir Walter Elliot, bonita y sociable, que encuentra a su héroe, el Capitán Wentworth, a pesar de las barreras sociales.
La vanidad y los prejuicios de una aristocrática familia se interponen en el amor profundo y sincero de una joven pareja. Ana fue educada por una amiga al morir su madre. Su gratitud hacia la elegante dama la empuja a escuchar los consejos que le impedirán unirse al hombre que ama, un oficial de marina de poca fortuna. De esta forma, enfrenta largos años de soledad en los que la belleza y el resplandor de la juventud van mermando, pero no así su carácter dulce y bondadoso que, junto a su inteligencia, consolida la personalidad de una atractiva mujer, preparada tanto para las situaciones adversas como para la maravillosa segunda oportunidad del destino.
A una mujer se la puede persuadir de muchas cosas, por lo general cosas que la perjudicarán aunque a ella se le explique todo lo contrario. Es el caso de la protagonista de esta inolvidable novela, quien es persuadida de que vuelva la espalda al amor de su vida. ¿Por qué habría de hacerlo? Porque uno de los pilares de la sociedad inglesa del siglo XVIII era la hipocresía y el guardar las apariencias por encima de todo. Sin embargo, el tiempo dirá la última palabra.

Publicado por Joaquín Pérez Iturralde.http://conozcoeselibro.blogspot.com

Mal de amores: apasionante

 En el convulso México prerrevolucionario de finales del siglo XIX, Emilia Sauri crece en el seno de una familia liberal. Durante su infancia, transcurrida entre conversaciones políticas, infusiones y remedios naturales, tiene la fortuna de aprender el mundo de quienes viven con ingenio, avidez y entereza. 
 Con los años, Emilia se convierte en una mujer que lucha por sus convicciones y se niega a renunciar a sus sentimientos, enfrentando las limitaciones impuestas a su condición femenina y el peligro de amar locamente a dos hombres: a Daniel Cuenca, un aventurero y revolucionario que pobló sus sueños infantiles y, ya en su madurez, a Antonio Zavalza, un médico que busca la paz en medio de la guerra civil. Sensacional contadora de historias, Ángeles Mastretta retrata la de una pasión entretejida con la de un país a su vez apasionado, la de una guerra y de una familia, y la de algunas vocaciones desmesuradas.
Regida por la mejor tradición de las novelas costumbristas, Mal de amores fue galardonada en 1997 con el prestigioso Premio Rómulo Gallegos, concedido por primera vez a una mujer, y es hoy una obra querida por cuantos se han perdido, o encontrado, entre sus páginas.

Déjame ir, madre. Para reflexionar

Formidable éxito en Italia, donde ocupó los primeros puestos entre los más vendidos, y a punto de publicarse en varios idiomas, este libro causó sensación por la honestidad y crudeza con que la autora retrata la relación entre una madre y una hija.
El carácter autobiográfico del relato le otorga una autenticidad sobrecogedora, y la brevedad del texto -que sólo abarca veinticuatro horas en la vida de las dos protagonistas- refuerza aún más una narración que recoge una vida entera y una tragedia histórica.
En 1998, Helga Schneider recibió una carta en la cual se le suplicaba que fuese a visitar a su madre nonagenaria, quien, al encontrarse gravemente enferma, estaba internada en una residencia en Austria. Transcurridos casi seis decenios desde que la ahora inofensiva anciana abandonó a su hija de cuatro años, y a toda su familia, para incorporarse en las SS, Helga se encuentra con una mujer que, pese a su fragilidad y necesidad de cariño, continúa sintiendo el más profundo desprecio hacia las víctimas del Holocausto. Sin embargo, pese a la herida imborrable que la ausencia y el olvido de su madre le causaron, más la vergüenza y repulsión de saberla cómplice activa y voluntaria de tan execrables crímenes, Helga descubre lo difícil que resulta cortar el cordón umbilical que la une a su progenitora. Incapaces de abandonar la lectura, asistimos a un crudo enfrentamiento dialéctico entre dos personas que luchan por salvarse a sí mismas, una intentando recuperar a su hija y la otra procurando romper el vínculo que la une a un ser de moral repugnante. Reconocido por la crítica como un auténtico ejercicio literario, Déjame ir, madre es un extraordinario testimonio, tanto humano como histórico, de un profundo dolor que subyace en la tragedia colectiva que supuso la existencia del Tercer Reich.

Fotos de Jerome Mintz

No es necesario comentar estas hermosas fotografías que he descubierto en esas incursiones mías en búsqueda de tesoros del pasado rural. Definitivamente:  me encanta este captador de escenas cotidianas.
Por las calles del pueblo

Viejos

Niña


Vendedor

Tareas del campo

Choza años cincuenta

Gañanía
  
Gañanía


Jerome Richard Mintz: otro de mis descubrimientos

Jerome Richard Mintz nace en el seno de una familia de trabajadores inmigrantes judíos. Estudia en la Facultad de Brooklyn y se doctora en 1961 en Antropología por la Universidad de Indiana, donde desarrollará su vida docente y profesional.  
El antropólogo y fotógrafo
En 1960 decide viajar a Bilbao junto a su familia para estudiar la religión en la guerra civil española, siguiendo así la estela de otros antropólogos centroeuropeos y anglosajones (Stanley Brandes, Pitt-Rivers, John Corbin, James W. Fernandez o David Greenwood) interesados en las sociedades mediterráneas.
En 1965, con la decisión ya tomada de volverse a EE.UU, visita Andalucía. Antes de su regreso hace escala en Benalup de Sidonia (antigua Casas Viejas), donde permanece durante unos años y desarrolla una parte fundamental de su vida investigadora.
Fruto de su investigación en Andalucía son las obras “Los anarquistas de Casas Viejas”, dedicada al estudio de los llamados “sucesos de Casas Viejas”, sus antecedentes y consecuencias, y “Las coplas del Carnaval y la sociedad Gaditana”, referido al análisis de la significación de estos rituales festivos en el contexto social y político del último cuarto de siglo en Cádiz.
Su obra gráfica es igualmente prolija: miles de fotografías y seis documentales donde se testimonia la vida cotidiana de los hombres y mujeres jornaleros y artesanos de la Andalucía de los años sesenta y setenta.
La obra de Jerome Mintz contó con la aprobación y el reconocimiento de gran parte de la sociedad norteamericana, recibiendo en su trayectoria el prestigio de sus propios compañeros de la Fundación Nacional para las Humanidades, la Sociedad de Filosofía Americana, el Consejo Americano de Sociedades de Sabios, el Consejo de Humanidades de Indiana, la Fundación Ford, la Fundación Guggenheim, la Fundacion Lilly, la Fundación Littauer, la Fundación Wenner Gren para la Investigación de Estudios Antropológicos y el Centro para la Nueva Televisión.
Cuatro de sus películas obtuvieron galardones, dos de ellas de la Sociedad para la Antropología Visual y dos de la Asociación de Lenguas Modernas. Una película, “Carnaval de Andalucía”, fue presentada en el Discovery Channel en 1998.
Es autor también de “Un lugar en el Nuevo Mundo”, un estudio de la población jasídica en el área de Nueva York. En 1993 obtuvo el Premio Nacional del Libro Judío por sus obras.
(Biografía extraída del catalogo de la exposición de fotografías de Jerome Mintz en Benalup-Casas Viejas; “Los bares de antes”).
Mintz realizo los siguiente documentales en sus estancias en territorio Andaluz:

Pepe's Family (1978)

The Shoemaker (1978)

Romeria: Day of the Virgin (1982)

Carnaval de Pueblo (1987)

Perico the Bowlmaker (1989)

The Shepherd's Family (1989)

Estas obras documentales y todo el material que produjo en torno a Casas Viejas (y otras localidades de la zona) merecen una puesta en valor mucho mayor. Afortunadamente, "La Asociación de amigos de Mintz" y "Brezo y Castañuela" están realizando una encomiable labor de difusión y respeto por la obra de Mintz, organizando exposiciones fotográficas y editando interesantes publicaciones (Las coplas de carnaval y la sociedad gaditana" o "Historias en Benalup-Casas Viejas"), aun a pesar de las carencias presupuestarias y la falta de compromiso por parte de las instituciones.

jueves, diciembre 1

El agua: ¡cuánto trabajo para mantener la higiene en las casas!

El ambiente de la fuente donde las mujeres iban a recoger el agua para la casa. ¡Qué recuerdos...!
Recogiendo agua en el pilar. Arturo Cerdá
Lástima que el formato no permita una mayor calidad, pero eso no es importante en este caso, sino el documento social.

El calor del fuego y el de un cuerpo entregado a su función natural

Mujer amamantando. Arturo Cerdá
No tengo palabras para lo que me sugiere y provoca esta hermosa imagen.                 

Arturo Cerdá: una mirada que hay que recuperar

Esta mañana he tenido una agradable sorpresa. Buscando en internet imágenes para la segunda edición de mi libro, me he encontrado con unas fotografías fantásticas de un tal Arturo Cerdá sobre Sierra Mágina y sobre otras zonas del sur. Lo más significativo de su mirada es que capta la vida cotidiana de la gente del campo en una época no tan lejana, pero que aparece ante nuestros ojos como algo casi irreal, por su naturalismo y crudeza.  Para los aficionados, como yo, a la fotografía es un documento de primer orden y además una obra de arte. Por eso he pensado que no lo podía dejar pasar y aquí lo tenéis, en un documental que su familia se ha encargado de crear. No es todo lo que se puede ver de este artista, pero sí nos acerca a su sensibilidad y a su ojo  fotográfico.