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lunes, mayo 13

La monogamia secuencial

Al parecer nos toca vivir tiempos caóticos y creativos, originales e inciertos, turbulentos y esperanzados, para vivir nuestro amor en pareja. Algunos estudiosos han acuñado el concepto de “monogamia secuencial”, que viene a anunciar lo que todos ya percibimos -unos con cierto alivio, otros con más añoranza-: el funeral de “la pareja para toda la vida”.

Monogamia secuencial significa que, hoy por hoy, las personas tenemos estadísticamente muchas probabilidades de tener entre dos, tres o más parejas consecutivamente a lo largo de una vida con la consiguiente complejidad de formatos familiares y de convivencia y, sobre todo, con un alto precio en estrés emocional, afectivo y vincular. Nunca como ahora habíamos enfrentado de forma masiva tantas exigencias emocionales y tránsitos dolorosos.
Tener consecutivas relaciones sentimentales traen consigo mucho amor, pero también mucho dolor. 
Amarse, unirse, vincularse, crear, separarse, desprenderse, volver a empezar, son cualquier cosa menos trámites desde la frivolidad. Golpean las cuerdas que más intensamente vibran en nuestras almas, las del amor y el desamor. Ésta es la danza que nos toca danzar y el reto a menudo es titánico y a la vez humilde: lograr permanecer en el amor y en el placer de la vida, aprendiendo a transitar y remover los puentes de dolor. Aprender pues a transmutar dolor en más amor y no en más argumentos para seguirse protegiendo. Como dice Walt Whitman en su “Hojas de hierba”:
los goces del cielo están conmigo
y los tormentos del infierno están conmigo.
Los primeros los multiplico e injerto en mi ser,
los últimos los traduzco a un nuevo idioma.


En cierto modo todos los terapeutas, los ayudadores, los que acompañamos los tránsitos del amor y el desamor en las personas, somos o deberíamos ser un poco poetas del Cuerpo y poetas del Alma.

Aunque tengan modos de relacionarse diferentes, hombres y mujeres aman por igual.
 
Lo que parece claro es que, a pesar de las diferencias, hombres y mujeres aman por igual, son adultos por igual, exponen su corazón por igual, desean el bienestar, la comprensión y la confianza por igual… Aunque son diferentes desean lo mismo, pero de distinta manera: las mujeres están más dotadas de recursos emocionales y afectivos, los hombres de recursos racionales y de acción. Los brazos del amor y la entrega son múltiples y variados, y su conjunto crea una totalidad necesaria y hace que cada quién aporte su especialidad.
Sería muy atrevido decir, aunque lo digo, que los hombres aman más que las mujeres pero hacen mucha menos publicidad de ello; sería atrevido pero probablemente no completamente exacto. Ambos, hombres y mujeres, aman en igual profundidad pero en distinta manifestación. Pero al menos sirva como reivindicación del profundo amor y vínculo que sienten muchos hombres. 


Lo que ayuda no es que los hombres comprendan a las mujeres o que las mujeres comprendan a los hombres. Lo que ayuda es que dejen de intentarlo… y en lugar de comprender que se rindan ante el misterio, y rendirse significa basicamente respetar lo incomprensible del otro y amarlo tal cual es sin comprenderlo, porque sí. Esto es regalo y bendición.
Además los que reclaman no suelen dar justamente lo que exigen. Son las paradojas de las relaciones humanas. Ojalá quién pida comprensión la pudiera dar sin paliativos.


Cualquier relación entre hombres y mujeres está llena de historia. 

¿Qué ayuda? Que el pasado pueda quedar como pasado, dignificado con nuestra buena mirada y con el pleno respeto hacia aquello que fue vivido tal como fue y por los que lo vivieron tal como fue para ellos. Y ayuda mirar el presente con alegría y gratitud. Y nada hay más irresistible para un hombre que el genuino respeto y la sincera sonrisa de una mujer y nada más irresistible para una mujer que ser respetada como mujer y amada tal como es, incluyendo su misterio. De hecho el regalo más bello que alguien nos hace consiste en amarnos como somos y el mejor regalo que podemos hacer a alguien consiste en amarlo tal como es.
¿Vamos a por ello? Y logramos un poco más de felicidad.

Son muchas las mujeres que se quejan de no ser suficientemente comprendidas por sus parejas hombres y lo gritan de una forma sonora y publicitaria como si fuera un derecho natural. Al mismo tiempo cientos de hombres se van secando calladamente porque encuentran que sus mujeres menosprecian algunos de sus intereses, deseos, costumbres y aficiones, y en lo hondo, piensan que hay algo que no va, que la mujer no se molesta en comprender que el hombre es como es.
En el encuentro del amor “asciende una savia inmemorial”, versaba Rilke. En el encuentro de la pareja van muchos. En cada hombre de hoy viven cientos de hombres anteriores, padres, abuelos, bisabuelos, y muchos otros. En cada mujer, muchas otras, madres, abuelas, bisabuelas, y muchas más. Sucede que algunas madres, abuelas y otras sufrieron el yugo explotador, desconsiderado y machista de sus maridos y no pudieron ejercer la libertad de vivir su enojo y reorientarse y separarse si lo deseaban. Sucede que algunos hombres anteriores se hicieron culpables de dominación y explotación de sus mujeres. Son ecos del pasado que aún nos impregnan en nuestra realidad actual. Y sucede que hoy en día algunas mujeres están enfadadas en nombre de sus anteriores y algunos hombres están culposos y asustados en nombre de sus anteriores. Algunas mujeres vengan a sus abuelas con su enfado hacia sus parejas actuales. Algunos hombres expían las culpas de sus anteriores debilitándose y empequeñeciéndose hasta estallar con sus parejas actuales. Y la guerra entre sexos y sus luchas de poder se perpetúan. Con el resultado de violencia, fatalidad y desdicha que todos conocemos desgraciadamente.
Artículo escrito por Joan Garriga Bacardi. Mayo 2010

lunes, mayo 21

Marie-France Hirigoyen: Una pionera en el análisis de la perversión más cercana

Ya hace veinte años que cayó en mis manos este maravilloso ensayo sobre el acoso moral. Parece mentira, pero ahora recobra su importancia el clarividente análisis que  hace de las relaciones humanas en el ámbito privado. Este es un resumen que quiero compartir. 
Para la psiquiatra y terapeuta francesa Marie-France Hirigoyen, existe la posibilidad de destruir a alguien sólo con palabras, miradas, mentiras, humillaciones o insinuaciones, un proceso de maltrato psicológico en el que un individuo puede conseguir hacer pedazos a otro. Es a lo que denomina violencia perversa o acoso moral.
El acoso moral propiamente dicho se desarrolla en dos fases: la primera es la fase de seducción perversa por parte del agresor, que tiene la finalidad de desestabilizar a la víctima, de conseguir que pierda progresivamente la confianza en sí misma y en los demás; y la otra, es la fase de violencia manifiesta.
El primer acto del depredador siempre consiste en paralizar a su víctima para que no se pueda defender. Pretende mantener al otro en una relación de dependencia o incluso de propiedad para demostrarse a sí mismo su omnipotencia. La víctima, inmensa en la duda y en la culpabilidad, no es capaz de reaccionar.

domingo, mayo 29

Ni contigo ni sin tí tienen mis males remedio...

Conflicto insoportable, desgastante. Llevas tiempo tratando de acomodarte a una contradicción que te envuelve y te revuelca, te sube y te baja: “Sí, pero no”,  “No, pero sí”. Un amor inconcluso, que no es capaz de definirse a sí mismo puede durar siglos: cuando estas a mi lado me aburro, me canso, me estreso y cuando te tengo lejos, no puedo vivir sin ti, te extraño y te necesito.¡Qué pesadilla! ¿Cómo manejar semejante corto circuito y no electrocutarse? ¿Semejante contradicción, sin asfixiarse? Esta duda metódica sobre lo que se siente, que no siempre se expresa claramente, funciona como las arenas movedizas: cuanto más fuerza hagas por salir, más te absorbe.Las personas víctimas del amor fragmentado e indefinido, bajo los efectos de la desesperación, intentan resolver la indecisión del otro investigando las causas, dando razones, cambiando su manera de ser, en fin, haciendo y deshaciendo los intríngulis sin mucho resultado. La razón del fracaso es que los individuos que sufren del “ni contigo, ni sin ti” se inmovilizan y quedan dando vueltas en el mismo círculo, a veces por años. En la cercanía, la baja tolerancia a la frustración o la exigencia irracional, les impiden estar bien con la persona que supuestamente aman, y en la lejanía, los ataques de nostalgia minimizan lo que antes les parecía insoportable y espantoso.

domingo, septiembre 21

Vivir en el alma: no es uno de tantos libros de autoayuda

Joan Garriga, experimentado y reconocido terapeuta en el campo de la Gestalt y las Constelaciones Familiares, nos muestra como poner orden en nuestros afectos y en nuestra vida interior. También a rendirnos ante el misterio de la vida para alcanzar con ello paz y felicidad perdurables. Su propuesta es sencilla y directa, como lo son las enseñanzas sabias de todas las tradiciones espirituales: amar lo que es, amar lo que somos y amar a todos los que son.
Al recorrer estas líneas, aprenderemos a reconocer y habitar en forma inteligente el Alma Gregaria que nos vincula con nuestros grupos de pertenencia familiar y social. Luego, iremos poco a poco desplazando el foco hacia la Gran Alma para presenciar allí como emerge nuestro ser más auténtico.
Desde la perspectiva del alma la vida cotidiana se vuelve puro disfrute y aceptación, dando por finalizada la lucha por imponer en cada momento los pequeños deseos de nuestra limitada personalidad.
Como el mismo autor nos resume: “el gran tema de este libro, al fin y al cabo, es el viejo asunto de la voluntad frente al destino, de los designios del pequeño yo personal frente a los dictámenes de la gran voluntad, de la gran inteligencia definitiva”.
Muchas veces nos encontramos con que los libros que tratan sobre la conexión con el alma o el espíritu parecen no estar dirigidos a nosotros, sino a seres inmaculados vestidos de blanco y viviendo en un estado de gracia permanente.
Este libro, está dirigido con maestría y complicidad a seres de carne y hueso, reales y concretos, con sus dudas y certezas, con sus aciertos y fracasos. Como el mismo autor se encarga de advertir:
Este libro no es para inocentes. Al contrario, es para aquellos que han experimentado en algún momento las inevitables inclemencias y contrariedades del vivir; para los que conocen el amor pero también el desamor, la alegría pero también la tristeza; para los que han tenido la suerte de cometer errores, equivocarse mucho o poco, sentirse culpables alguna vez y, sobre todo, ser menos buenos de lo que hubieran deseado. Y para los que tienen o han tenido dificultades, porque ellos sí han dado con lo esencial humano, aquello que nos permite crecer y convertirnos en personas reales.

viernes, enero 18

Necesito poco y lo poco que necesito, lo necesito poco



Ratifico totalmente estas palabras, pronunciadas por Angeles Caso y publicadas en "La Vanguardia". El texto me ha llegado a través de mi amiga Pilar. Gracias Pilar. Ha sido una suerte encontrarnos. 

"Será  porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente  estas Navidades a enfermedades  gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada  material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y  cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas  de mi existencia, he  vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como  para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún  bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado  llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la  sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de  qué va esto llamado vida.
Una imagen vale más que mil palabras. La belleza de Ángeles le llega de dentro
Casi  nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni  el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con  dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual  que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno.  Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos  que aspiran a reposar  en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias,  sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una  partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que  ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y  palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres  esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.  
Rechazo  el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y  se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su  derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos.  Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las  huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A  los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen  pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en  lugar de sentir, pensar y ser.  
Y  ahora, ahora, en  este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos.  Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la  cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado  de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la  noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo  demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi  conciencia esté tranquila.
También  quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que  pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno.  Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los  que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado.  No estar jamás de vuelta de nada. Seguir  llorando cada vez que algo lo merezca,  pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y  que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen  que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso.  Casi nada o todo"

jueves, diciembre 6

La escuela de la vida

Hoy, paseando con mi amiga Maga, de forma casual, nuestra conversación ha ido a parar a un joven del que leí su primer libro: "Del Amor" hace la friolera de quince años. Se llama Alain de Botton y es de esas personas que te dejan sorprendida por su precocidad intelectual. Quizás tendría veinticinco años cuando escribió esta primera novela y, sin embargo, tenía una gran sabiduria sobre las relaciones amorosas. Por eso lo recomendé a muchas alumnas mías y creo que lo dejé a alguna de ellas, porque lo he perdido. Ahora vuelve a estar en el "candelabro" porque sigue siendo un ser creativo y muy interesante. Os dejo este artículo, para introduciros y, si os interesa, lo busquéis en youtube, por ejemplo, donde tiene muchos videos sobre Filosofía y vida cotidiana. 
¡Cuánto dan de sí las caminatas por Chapín! Y encima perdemos calorías. No está mal. 
Alain de Botton
"Vamos con la primera novela del ahora reputado filósofo Alain de Botton, aunque llamar novela a Del amor quizá es un poco inexacto. Mejor sería: disección quirúrgica del proceso del enamoramiento, el emparejamiento y la posterior disolución de la relación. Pero como queda algo largo, lo dejaremos en “novela filosófica” sobre el amor. Aunque, si bien es cierto que hay mucha filosofía y erudición academicista en Del amor y escaso argumento, ello no es sinónimo de sopor ni de falta de emoción. Del amor es muy entretenida, jugosa y hasta emocionante.
Alain de Botton (Suiza, 1969), del que ya hablamos a propósito de su ensayo de viajes El arte de viajar , escribió esta obra con sólo 20 años. Una precocidad que echará para atrás a mucha gente. En una entrevista, de hecho, interpelado por esta misma circunstancia, el autor se defendió así:

A veces se me achaca que no he sufrido suficientemente para poder escribir sobre el amor porque soy demasiado joven. Y yo les contesto siempre que sufrí tanto cuando a los ocho años mis padres me llevaron a un internado inglés (se llamaba nada menos Dragon´s College) que he acumulado reserva de sufrimiento para toda la vida.
Pero Del amor, no sólo fue traducida a doce idiomas un año más tarde de su publicación, sino que destila una brillantez propia de un autor consagrado experto en las lides amatorias. A las pocas páginas, uno olvida la presunta bisoñez del autor y convierte Del amoren tutora y hasta cicerone del corazón, pues demuestra que conoce el camino mucho mejor que la mayoría, sus recovecos, las entrañas psicológicas de las peleas, los celos y demás, las contradicciones, los deseos y frustraciones, absolutamente todo, hasta el significado decodificado de una simple caricia, acaba siendo objeto del lúcido análisis de Alain de Botton. Y, además, pocas veces pierde el fino sentido del humor.
La historia arranca en un aeropuerto, donde el protagonista conoce, por casualidad, a Chloe. Aquí ya empezará el autor a engrandecer todos los detalles, no sólo el color de sus ojos, las primeras miradas, los tanteos, sino que incluso efectuará diagramas matemáticos y dibujos para saber cuáles eran las posibilidades reales de haberse conocido, incluyendo el croquis de la disposición de los asientos en un 767 de British Airway. Luego vendrán más parábolas o análisis científicos y filosóficos de todo cuanto acontezca, como la forma que tiene la dentadura de Chloe, que según el narrador protagonista es kantiana y no platónica o la curva rígida o la curva voluble que expresan las diversas personalidades de Chloe. Todo ello hasta el fatídico final, en el que el amor se termina, aparece el fantasma de la infidelidad, la separación, el terror a la soledad, el anhelo de suicidarse y… el encuentro con Rachel, con la que todo volverá a comenzar; quizá habiendo aprendido algo de todo lo vivido, quizá no.
Puede que parezca que estoy destripando el final de la historia. Pero nada más lejos de la verdad. Lo fascinante en Del amor no es lo que pasa sino cómo está contado. Del amor es la historia de amor más aburrida del mundo narrada de una originalísima forma.

En otro restaurante chino (a Chloe le encantaban) caí en la cuenta de que los encuentros con los demás quizá fueran como esa rueda circular colocada en el centro de la mesa, sobre la cual se ponen los platos y que podemos girar de modo que si en determinado momento tenemos delante unos langostinos, un minuto después tendremos carne de cerdo. ¿Acaso el hecho de amar a alguien no seguía el mismo esquema circular en el que buenos y malos iban girando por turno? Móviles en otros ámbitos, permanecemos erróneamente aferrados al inmovilismo de los sentimientos humanos y a la idea de que existe una separación hermética entre el amor y el no-amor, una línea divisoria que sólo deberíamos atravesar dos veces, al comienzo y al final de una relación, y no recorrer cada día o cada hora. Hay una tendencia a separar el amor del odio en vez de ver en ambos respuestas legítimas a las múltiples facetas del ser humano. Hay una necesidad infantil de amar a los totalmente buenos y odiar a los totalmente malos, de encontrar un solo blanco apropiado para nuestros instintos agresivos o cariñosos. Pero con Chloe no podía darse una estabilidad semejante. Me bastaría un instante para hacer girar cada plato en la fuente china de Chloe y quedar aturdido por la confusión que surgiría.
La historia es anodina, estereotipada, y sin embargo, Botton la dota de una densidad impropia de cualquier novela, pues apoya todo lo que explica con continuas muletas de pensadores de toda la historia occidental, desde Platón a Milan Kundera, pasando por Groucho Marx. Porque, si bien cualquier relación amorosa se funda, por definición, en el arbitrio y el desorden, el propósito de Botton no es esclarecer el misterio sino trazar líneas maestras que competan a cualquier relación. Y lo consigue. Botton genera unos paradigmas universales en los que todos, en mayor o menor grado, nos sentiremos enseguida identificados. Más aún: Botton perfila este andamiaje con plomada y gran minuciosidad, al igual que un ebanista repasando con su garlopa cada arista, hasta los niveles más microinfinitesimales.
En resumidas cuentas, un texto (llamarlo manual de autoayuda sería hacerle un flaco favor) que permite que meditemos sobre nuestra relación en curso y/o también, siguiendo el hilo de Ariadna, que nos orientará por el laberinto de nuestra memoria amorosa y los sentimientos asociados, acaso sacando a la luz detalles que en su momento nos pasaron totalmente desapercibidos"
Fuente:  http://www.papelenblanco.com/ensayo/adel-amora-de-alain-de-botton
Sitio Oficial | Web oficial de Alain de Botton

miércoles, junio 13

Reflexiones y sugerencias para la etapa del climaterio

La soledad puede ser una bendición o una tortura, según se viva. A raíz de mis charlas y talleres, me llegan muchos mails de mujeres de más de 40 que se sienten solas. Me cuentan que están atrapadas en su soledad. Se ven así mismas aisladas como si un tremendo cristal les impidiera acercarse, percibir y disfrutar de todo aquello que hay detrás de él si lo traspasas: un mundo lleno de colores, un mar de posibilidades y de vida. 
 Muchas de estas mujeres están en la menopausia, que suele coincidir con el síndrome del nido vacío porque los hijos –si los hay- ya no necesitan de sus cuidados y se alejan del hogar familiar.
También en este periodo está vigente el duelo por la juventud perdida y, con este trance biológico que es la menopausia, se hace más patente algo a lo que nuestra sociedad vive de espaldas: el hecho de que tenemos fecha de caducidad. Lo que estas mujeres no perciben –aún– es que la soledad puede ser el primer paso para vivir la libertad con mayúsculas, para aprender que cada una de nosotras podemos llegar a ser nuestra mejor compañía y que en la menopausia, cuando ya no tenemos que estar tan pendiente de los demás ni del afuera, podemos sentirnos más dueñas de nuestra vida que nunca. 

sábado, abril 16

Círculos femeninos: un sistema de apoyo y de crecimiento

Jean Shinoda y la Diosa Atenea
Jean Shinoda Bolen - Doctora en Medicina y Analista Junguiana


Tengo 68 años. Nací y vivo en Los Ángeles.
Soy doctora en Medicina, analista junguiana y profesora de Psiquiatría en la Universidad de California.
Estoy divorciada y tengo dos hijos.
Iraq es Vietnam una y otra vez, es una pena que tengamos que aprender a través de tanto sufrimiento.
La espiritualidad une y las religiones dividen.
-¿Quejarse es perder el tiempo?
-¡Claro!
-Hay mucho que aprender...
-Por eso a mí me interesan las mujeres maduras, con humor y activas.
A partir de los 40 años empieza lo mejor si eres capaz de darte cuenta de la cantidad de cualidades potenciales que hay dentro de ti.
Entonces te entran ganas de convertirte en bruja.
-No sé yo...
-Se lo diré de otra manera: una persona con poder personal.
-Eso me gusta.
-Las brujas sabias dicen la verdad con compasión, y no comulgan con lo que no les gusta, pero no tienen la rabia de las mujeres más jóvenes.
Algunos hombres excepcionales pueden llegar a ser brujas, los que tienen compasión, sabiduría, humor y no están supeditados al poder.
-¿Algo más?
-Sí, las brujas sabias son capaces de mirar hacia atrás sin rencor ni dolor; son atrevidas, confían en los presentimientos, meditan a su manera, defienden con firmeza lo que más les importa, deciden su camino con el corazón, escuchan su cuerpo, improvisan, no imploran, ríen, y tienen los pulgares verdes. -¡...!
Un círculo femenino
-Tienen mano con las plantas. Y también con los animales.
Primero aprenden a amar lo que hacen, luego alientan a otros al crecimiento.
Saben reconocer lo frágil y lo que tiene valor, y también lo que debe ser podado.
-¿Y hay que esperar a la vejez para ello?
-Cuanta más edad, más camino aprendido.
La observación compasiva de la vida de los demás te enseña mucho, y las mujeres sabias se pasan mucho tiempo observando.
Hay casos, pocos, de sabias a partir de los 30 o 35, pero esas a los 60 son increíbles.
-¿Qué nos quiere transmitir?
-Que las mujeres tienen la oportunidad de cambiar el mundo en las próximas décadas. Pero que si no lo hacen ahora, probablemente ya no lo harán.
-¿Por qué dice eso?
-Tras los extremismos de la revolución feminista, el péndulo está en el centro y las mujeres que se lo permiten pueden llegar al equilibrio, a ser completas, fuertes y vulnerables al mismo tiempo.
-¿Un camino colectivo?
-Por supuesto. No tengo la menor duda de que un pequeño grupo comprometido puede cambiar el mundo.
Afrodita
En realidad, así ha sido hasta ahora.
-¿Y cuál es el secreto?
-El millonésimo círculo.
Yo aliento a las mujeres a formar círculos que tengan un componente espiritual.
Simplemente escuchando los problemas, anhelos y miedos de otras mujeres y contando los tuyos, adquieres fuerza.
-Perdone, pero por qué un círculo.
-Cuando uno está sentado en círculo y en silencio se da cuenta de que hay una conexión espiritual con poder transformador.
Yo pertenezco a uno desde hace 18 años: encendemos una vela, guardamos silencio, contamos lo que nos preocupa, debatimos, y juntamos nuestras energías con un propósito.
-¿Convocan el poder interior?
-Interior y exterior.
La espiritualidad, la física cuántica y el budismo dicen lo mismo: Todo y todos estamos conectados y por tanto lo que cada uno haga influye en el mundo.
En los círculos de mujeres trabaja el campo mórfico, las teorías de Rupert Sheldrake.
-¿El centésimo mono?
-Sí, este biólogo desarrolló la hipótesis de que cuando una masa crítica de monos llega a un determinado conocimiento, éste se transmite de forma intuitiva e inmediata a los miembros de su especie.
Del mismo modo, un número crítico de círculos de mujeres pueden realzar las cualidades femeninas tan necesarias para que el mundo cambie.
-¿Por qué no círculos mixtos?
-Entre mujeres hay una conexión natural.
Algunos estudios evidencian que cuando una mujer que sufre estrés habla con otra mujer, ambas liberan la hormona de la maternidad que provoca que el estrés descienda.
-Curioso.
Aislamiento
-Si las mujeres estuvieran implicadas en los procesos de paz, todo sería más fácil, ¡pero si los que negocian son machos alfa...!
-¿Qué ocurre cuando se encuentra un hombre estresado con otro?
-Cuando un hombre estresado se encuentra con otro, segregan testosterona, lo que provoca o bien la huida o el enfrentamiento.
Pero si ese mismo hombre acude a una mujer que le comprende, una bruja sabia, su adrenalina baja y su autoestima sube.
Y basta con que se siente a su lado.
-Es bonito eso que dice.
-Estamos llenas de recursos poderosísimos a los que no prestamos atención, como el conocimiento intuitivo. Poderes que se pueden desarrollar en los círculos.
Apoyo entre amigas
-Propóngame un viaje interior.
-Sea auténtica, sea consecuente con su persona interior y averigüe qué quiere hacer con su preciosa vida.
Desde fuera intentarán responder por usted a las preguntas esenciales, no lo permita.
Desvele qué tipo de arquetipo domina en usted.
-¿A qué se refiere?
-Sus patrones internos que yo resumo en siete diosas.
Cada mujer debe identificar a sus dos o tres diosas dominantes, que van desde la autónoma Artemisa y la fría Atenea, hasta la nutritiva Deméter, la creativa Afrodita o Hera, la diosa del matrimonio.
Diosas griegas: Démeter y Era
-No será tan simple.
-No, pero si podemos llevar una vida en la que el arquetipo y el papel que desempeñamos coinciden, nos sentiremos satisfechas.

jueves, enero 27

Tu salvador vive dentro de ti

Nací en Montreal (Canadá). Fui médico y hoy soy Ghislaine Lactot médico del alma. Me he divorciado dos veces y tengo cuatro hijos (de 37 a 28 años) y cuatro nietos. ¿Política? ¡Soberanía individual! Cree en ti: eres divino y lo has olvidado. La medicina actual fomenta la enfermedad, no la salud: lo denuncio en mi libro “La mafia médica”.
Estoy griposo, ¿qué me receta?

–Nada.
¿Ni un poquito de Frenadol?
-¿Para qué? ¿Para tapar síntomas? No. ¡Atienda a sus síntomas, escúchese! Y su alma le dará la receta.
Pero, ¿me meto en la cama o no?
–Pregúnteselo usted mismo, y haga lo que crea que le conviene más. ¡Crea en usted!
¡A los virus les da igual lo que yo crea!
–Ah, ya veo: elige usted el papel de víctima. Su actitud es: “He pillado una gripe. Soy víctima de un virus. ¡Necesito medicinas!”. Pues sí, como todos...
–Pues allá usted... Mi actitud sería: “Me he regalado una gripe. ¡Soy la única responsable! Debo cuidarme un poco”. Y me metería en cama, reposaría, me relajaría, meditaría en cómo me he maltratado últimamente...
¿Se ha “regalado” una gripe, dice?
–¡Sí! Tu enfermedad viene de ti, no viene de fuera. La enfermedad es un regalo que tú te haces para encontrarte contigo mismo.
Pero nadie desea una enfermedad...
–Tu enfermedad refleja una desarmonía interior, en tu alma. Tu enfermedad es tu aliada, te señala que mires en tu alma, a ver qué te sucede. ¡Dale las gracias: te brinda la ocasión de hacer las paces contigo mismo!
Quizá sea más práctica una pastillita...
–¿Hacer la guerra a la enfermedad? Eso propone la medicina actual, y las guerras matan, traen siempre muertes.
No me dirá ahora que la medicina mata...
–¡Un tercio de las personas hospitalizadas lo son por efectos medicamentosos! En Estados Unidos, 700.000 personas mueren al año a causa de efectos secundarios de medicamentos y de tratamientos hospitalarios.
Morirían igual sin medicamentos, oiga.
–No. No si cambiamos el enfoque: la medicina actual ha olvidado la salud, ¡es una medicina de enfermedad y de muerte! No es una medicina de salud y de vida.
¿Medicina de enfermedad? Acláremelo...
–En la antigua China, un acupuntor era despedido si su paciente enfermaba. O sea, ¡el médico cuidaba de la salud! ¿Ve? Toda nuestra medicina es, pues, el fracaso total.
Prefiere medicinas alternativas, pues...
–Respetan más el organismo que la medicina industrial, desde luego: homeopatía (¡será la medicina del siglo XXI!)acupuntura,fitoterapia,reflexoterapia, masoterapia...la practica del yoga..la meditacion .. Son más baratas...y menos peligrosas.
Pero no te salvan de un cáncer.
–¡Dígale eso a la medicina convencional! ¿Te salva ella de un cáncer?
Puede hacerlo, sí.
–Lo que hará seguro es envenenarte con cócteles químicos, quemarte con radiaciones, mutilarte con extirpaciones...
¡Y, encima, cada día aparecen más cánceres! ¿Por qué? Porque la gente vive olvidando su alma (que es divina): la paz de tu alma será tu salud, porque tu cuerpo es el reflejo material de tu alma. Si te reencuentras con tu alma, si la pacificas..., ¡no habrá cáncer!
Palabras bonitas, pero si un hijo suyo tuviese un cáncer, ¿qué haría usted?
–Alimentaría su fe en sí mismo: eso fortalece el sistema inmunitario, lo que aleja al cáncer. ¡El miedo es el peor enemigo! El miedo mina tus autodefensas. ¡Nada de miedo, nada de sumisión al cáncer! Tranquilidad, convicción, delicadeza, terapias suaves...
Perdone, pero lo más sensato es acudir a un oncólogo, a un médico especialista.
–La medicina convencional debiera ser sólo un último recurso, y muy extremo... Y si tu alma está en paz, eso jamás te hará falta.
Bien, pues tengamos el alma pacificada... pero, por si acaso, pongámonos vacunas.
–¡No! Las fabrican con células ováricas de hámster cancerizadas para multiplicarlas y cultivarlas en un suero de ternera estabilizado con aluminio (eso la de la hepatitis B, con su virus): ¿inyectaría usted eso a sus hijos?
Les he hecho inyectar ya varias...
–Y yo a los míos: fui médico, y por entonces no sabía aún todo lo que hoy sé... ¡Pero hoy mis hijos no vacunan ya a sus hijos!
Yo creo que seguiré vacunándolos...
–¿Por qué? La medicina actual mata moscas a martillazos: no siempre muere la mosca, pero siempre rompe la mesa de cristal. Son tantos los dañinos efectos secundarios...
¿Por qué abominó usted de la medicina?
–Yo me hice médico para ayudar. Me dediqué a la flebología, a las varices. Llegué a tener varias clínicas. Pero fui dándome cuenta del poder mafioso de la industria médica, que atenta contra nuestra salud, ¡que vive a costa de que estemos enfermos! Lo denuncié... y me echaron del Colegio de Médicos.
O sea, ya no puede usted recetar...
–¡Mejor! Los medicamentos están fabricados pensando en la lógica industrial del máximo beneficio económico, y no pensando en nuestra salud. Al revés: si estamos enfermos, ¡la mafia médica sigue ganando dinero!
¿Y a quiénes tilda de “mafia médica”?
–A la Organización Mundial de la Salud (OMS), a las multinacionales farmacéuticas que la financian, a los gobiernos obedientes, a hospitales y a médicos (muchos por ignorancia)... ¿Y qué hay detrás? ¡El dinero!
No escoge usted enemigos pequeños...
–Lo sé, pero si me hubiera callado, hubiese enfermado y hoy estaría ya muerta.
¿Cuál ha sido su última enfermedad?
–Hace dos días, ja, ja... ¡una diarrea!
Vaya: ¿qué reflejaba eso de su alma?
–Oh, no sé, no lo he analizado... Me he limitado a no comer... ¡y ya me siento bien!
Pero se pasa mal, ¿eh...?
–Ja, ja... Si la enfermedad te visita, ¡acógela, abrázala! ¡Haz la paz con ella! No salgas corriendo como loco en busca de un médico, de un salvador... Tu salvador vive dentro de ti. Tu salvador eres tú. ¡Tú eres Dios!

lunes, enero 24

Las medicinas curan o causan cualquier enfermedad

Entrevista:
Sesenta y dos años, barcelonés, 4 hijos y dos nietos: Lola y Quim. Soy doctor en medicina, catedrático de farmacología en la UAB y dirijo la Fundació Institut Català de Farmacología. Estoy por los derechos humanos y la libertad. El alma, que encierra nuestras propuestas, nos trasciende.

Joan-Ramon Laporte, jefe del servicio de farmacología en Valle Hebrón

No debió ser fácil crear hace 26 años una fundación (Institut Català de Farmacología) que investiga y denuncia los fármacos que representan algún peligro para la salud. Habrá de todo, pero en la industria farmacéutica hay sobre todo dinero, poder e influencias. "..Parece que hayan perdido su alma médica y se hayan quedado únicamente con su alma comercial", dice Laporte que sabe de lo que habla, entre otras cosas presidió el comité de medicamentos esenciales de la OMS (2003/04) cuando se consiguió que se aprobaran los antirretrovirales genéricos que salvaron tantas vidas en África. Aquí ofrezco solo una décima parte de lo mucho que me contó: el negocio de la salud da para hablar.
La diferencia entre un medicamento y un veneno radica en la dosis.                 
¿Analiza fármacos que ya están en el mercado?
Sí, porque cuando un fármaco sale al mercado ha sido probado por unos pocos miles de voluntarios, pero al comercializarse en todo el mundo es tomado por millones de personas y es entonces cuando pueden aparecer efectos indeseados, en ocasiones con desenlace mortal.
¿Cuál es el medicamento que más gente ha matado?
La aspirina, porque es el medicamento que más gente ha tomado y la percepción de su riesgo está distorsionada. A dosis bajas -cien miligramos al día- es un excelente protector cardiovascular, pero a dosis analgésicas -un gramo- puede producir hemorragia gastrointestinal.
¿Hay datos?
En Catalunya se producen unos 3000 casos anuales de hemorragia gastrointestinal de los que un 40% son atribuibles a la aspirina y a otros antiinflamatorios. En EE.UU. mueren al año por hemorragia gastrointestinal por antiinflamatorio unas 15.000 personas; mientras que de sida mueren 12.000.
Impactante.
Cualquier enfermedad puede ser producida por un medicamento: un infarto de miocardio por un antiinflamatorio y por muchos otros fármacos; una neumonía, cualquier enfermedad neurológica o patología psiquiátrica puede ser favorecida por medicamentos.
Veo que lo de los efectos secundarios va en serio.
Muchos causan depresión, como algunos que tratan la presión arterial o los diuréticos en personas de edad avanzada. Los medicamentos para el insomnio pueden provocar crisis de agresividad, muchos casos de irritabilidad al levantarse se debe a medicamentos de este tipo, como las benzodiacepinas u otros hipnóticos de acción corta.
¿Estamos hipermedicados?
Sí, llegamos al punto de que cuando una persona está triste se dice coloquialmente que esta depre. Los antidepresivos solo sirven para una depresión profunda, y la tristeza no es una enfermedad, es una reacción saludable.
¿No hay medicamento sin efectos indeseados?
No, cada medicamento tiene su peaje. La Agencia Europea del Medicamento calcula que cada año fallecen en Europa 197.000 personas a causa de efectos adversos. En EE.UU. los efectos adversos son la cuarta causa de muerte, detrás del infarto de miocardio, el ictus y el cáncer; y por encima de la diabetes, las enfermedades pulmonares y los accidentes de tráfico.
¿Es una lotería?
No, si la toma o la prescripción del medicamento fuera más atenta a los riesgos que conlleva se calcula que se podría evitar entre un 65% y un 75% de estas muertes.
Anunciar fármacos por televisión debería estar prohibido.
Opino lo mismo. En España solo se pueden anunciar los que no financia la Seguridad Social, sino la arruinarían. Somos el país de Europa que en relación al PIB, más medicamentos consume.
Hablemos de sus precios.
Son arbitrarios. Fabricar el medicamento más caro, de cien a quinientos euros, no cuesta más de dos euros incluyendo el envase. Supuestamente pagamos el esfuerzo de investigación. Pero entre un 30% y un 40% del gasto medio de los laboratorios se destina a la promoción comercial.
El precio lo negocia el Gobierno.
Sí, pero con poco éxito. En España el precio del medicamento está alcanzando el de Alemania que nos duplica la renta per cápita.
Qué gran negocio.
Según el informe de desarrollo de la ONU es el tercer sector económico detrás de la industria armamentística y el narcotráfico.
Dicen que se inventan cada año nuevas enfermedades.
Sí, sobre todo en relación con la mente y el sexo. Convierten la timidez en enfermedad y la medicalizan. Ahora se han inventado la disfunción sexual femenina: “Padeces disfunción sexual femenina..., no se ría...
De acuerdo.
…Si en los úlitmos seis meses has rechazado una proposión de relación sexual o no has tenido una con satisfacción plena”. Cada vez que se reúne uno de los comités de hipertensión arterial (el estadounidense, el europeo, o el de la OMS) bajan el nivel de presión arterial considerado normal, y lo mismo ocurre con el colesterol.
Explíqueme.
En pocos años se ha disminuido de tal manera el límite de normalidad del colesterol que cada vez hay más población que debe tratarse. En EE.UU. ha aumentado de 3 millones de personas a 25 en 10 años.
Asombroso.
La industria farmacéutica dedica el doble (en España el triple) de su presupuesto a promoción comercial que a investigación. Una visita del representante comercial viene a generar unas 35 nuevas recetas del medicamento. Lo asombroso es que no haya en Sanidad una especie de central de compras de medicamentos con gente formada.
¿Quién se ocupa de la formación continuada del personal sanitario?
Los laboratorios, así que es muy difícil asegurar que no haya una influencia de intereses comerciales.
FUENTE:

sábado, enero 15

Las amigas y la salud

    
No dispongo de la fuente, pero me ha llegado este texto que me parece interesante, pero sobre todo bastante cierto, desde el punto de vista de la propia experiencia.  
   (...) La última disertación iba sobre la conexión mente-cuerpo -la relación entre el estrés y el malestar físico. El orador (jefe de psiquiatría en Stanford) dijo, entre otras cosas, que una de las mejores cosas que un hombre puede hacer por su salud es casarse con una mujer, mientras que una mujer, una de las mejores cosas que puede hacer por su salud es cultivar su relación con sus amigas.  
 Las mujeres comparten sus sentimientos, mientras que los hombres a menudo se relacionan en torno a actividades. Ellos raramente se sientan con un amigo a hablar de cómo se sienten acerca de cualquier cosa, o cómo va su vida personal. ¿Trabajo? Sí. ¿Deportes? Sí. ¿Coches? Sí. ¿Pesca, caza, golf? Sí. Pero ¿sus sentimientos? Muy pocas veces. Las mujeres lo hacen todo el tiempo. Nosotras compartimos desde nuestra alma con nuestras hermanas y, evidentemente, es muy bueno para nuestra salud.  
               
Eme, Raquel, Pilar, Luana, Lolita, Ana Hérica en mi pueblo
    El orador dijo que dedicar tiempo con una amiga es tan importante para nuestra salud general como el jogging o ir al gimnasio.Hay una tendencia a pensar que cuando estamos "haciendo ejercicio" estamos haciendo algo bueno para nuestro cuerpo, pero que cuando estamos hablando con nuestras amigas, estamos perdiendo el tiempo y deberíamos estar ocupadas de forma más productiva.   
 No es cierto. De hecho, dijo que el no crear y mantener relaciones personales de calidad, con otros seres humanos, ¡es tan nocivo para nuestra salud física como fumar! Por lo tanto, cada vez que nos sentamos a charlar con nuestra amiga, date unos golpecitos en la espalda y felicítate por estar haciendo algo útil para tu salud. De hecho, somos muy muy afortunadas.
Al principio, todo el mundo se rió, pero hablaba en serio. Las mujeres conectan entre ellas de manera diferente y se proporcionan sistemas de apoyo que las ayudan a lidiar con el estrés y las experiencias difíciles de la vida. Físicamente, esta cualidad "tiempo para las amigas" nos ayuda a fabricar más serotonina -un neurotransmisor que ayuda a combatir la depresión y puede producir una sensación general de bienestar "(...) 
Así queeeeee... brindemos por la amistad con nuestras amigas. Evidentemente, es muy bueno para nuestra salud...
Son todas las que están, pero no están todas las que son... No tengo sitio ni fotos.

martes, noviembre 30

Nuevas tendencias en medicina

Tengo 55 años. Nací en Buenos Aires, donde vivo. Educo a personas que atraviesan crisis severas. Estoy casada y he criado cuatro hijos. ¿Política? Ayudar a los demás a vivir hasta el último instante. ¿Dios? No soy religiosa, soy espiritual: experimentar la trascendencia me sana.
¿Cuántos pacientes?
Casi 30.000 en los últimos 30 años, con enfermedades de todo tipo, cánceres...
¿Cómo los ayuda?
No tratando de no morir, sino de vivir hasta morir. De morir bien.
¿Qué es morir bien?
Vivir hasta el último instante con plenitud, intensamente. Vivir más no es más tiempo, sino sentirte alegre por estar aquí y ahora.
¿Acaso no vivían antes de enfermarse?
¡Muchos agradecen que su cáncer les haya enseñado a ser felices, a vivir! La enfermedad es una oportunidad de enriquecerse.
Mejor que no llegue.
¡Pero llega! El dolor entra en todas las casas. ¡Y esto hay que saberlo! Deberíamos aprender desde niños que morir es parte de la vida, y a fortalecernos en cada contrariedad.
No nos lo enseñan, es verdad.
Al no aprender a dominar la mente, vivimos arrastrados por ella. Eso es malvivir. ¡La mente es demasiado loca para confiarle tu vida! Confíale tus negocios, ¡pero no tu vida!
¿Por qué no?
La mente va de excitación en excitación, te impide gozar la vida. Los médicos dicen que padecemos "síndrome de déficit de deleite": ¡no sabemos gozar de lo que nos da la vida! Yo lo procuro.
Un 10% es lo que te pasa y un 90% es lo que haces con lo que te pasa.
Cuestión de actitud. ¿Cuál es la mejor?
Sentir pasión ante la incertidumbre de la vida, ante lo que sea que vaya a traerte.
¿Sea lo que sea?
Sí. Los psiquiatras detectan que hoy padecemos de neurosis noógena: falta de responsabilidad y sentido de la propia existencia.
Pues sí que andamos mal.
Sí, pero la ciencia vanguardista trae buenas noticias: acudiendo a tu interior puedes obtener todo lo que necesites, producir endógenamente todas las drogas analgésicas, euforizantes... ¡Puedes aprender a sanarte!
 ¿Y prescindir de la medicina?
Hablo de la tercera revolución de la medicina: después de la cirugía y los antibióticos, llega la psiconeuroendocrinoinmunología.
A ver si me cabe la palabra en una línea.
Es la disciplina que integra psiquismo y biología, tras treinta años de investigaciones de sabios como Carl Simonson, Robert Ader, Stanley Krippner...
¿Qué postulan?
La interconexión del sistema nervioso central, el nervioso periférico, el endocrino y el inmunológico. Te lo resumo: ¡las emociones modifican tu capacidad inmunológica!
¿O sea que una emoción puede enfermarme?
La angustia ante lo incierto, el miedo, la desesperanza, el remordimiento, la rabia... ¡Cada una tiene su bioquímica! Y es venenosa, es depresora del sistema inmunológico.
¿De un día para otro?
La salud no es un estado: es un proceso, y muy dinámico. ¡Por tanto, siempre puedes reforzar tu salud si trabajas tus emociones!
¿Las trabaja usted con sus pacientes?
Sí. Hay pacientes ordinarios, sumisos a creencias establecidas, y pacientes extraordinarios, que generan creencias sanadoras.
Creer que puedes curarte... ¿puede curarte?
Hay un viejo experimento famoso: a cuarenta mujeres con cáncer de mama, el médico les contó que la quimioterapia las dejaría calvas. Luego, sólo suministró quimioterapia a veinte mujeres y dejó que las otra veinte creyesen recibirla...
Y no me diga que...
Sí, sí: el 60% de las segundas quedaron tan calvas como las tratadas con quimioterapia. ¿Qué modificó la bioquímica interna de esas mujeres? ¡Sus propias creencias!
Inducidas por el médico.
Lo que demuestra el enorme poder del médico. ¡El médico puede estimular con su actitud la capacidad autocurativa del paciente! Un hijo mío es médico: a él y a todos los médicos les ruego que jamás le digan a un paciente que su condición biológica es irreversible. Ese es el único pecado médico.
Pues hay diagnósticos que desahucian.
Son condenas: matan más que el tumor. Acepta el diagnóstico que sea, ¡pero jamás aceptes un pronóstico! Jamás: si abandonas la esperanza de mejorar, de luchar por tu propia salud..., activas el suicidio endógeno.
Pero sembrar falsas esperanzas...
¿Falsas? A mi padre le pronosticó el médico tres meses de vida por un diagnóstico de cáncer de próstata diseminado al hígado. Trabajamos juntos con amor, relajación, meditación, nutrición... y al año no tenía células cancerosas. Vivió 18 años más.
¿Qué dijo su médico?
"Milagro", dijo. Remisión espontánea. Desde ese día cerré mi empresa y me volqué a ayudar a otros como a mi padre. Y yo hoy vivo en la frontera del milagro: la remisión es un efecto colateral en enfermos que han abrazado las fuerzas de la salud, la vida.
       Cuadro de Gustav Klimt, La Muerte y la Vida
¿Cómo han dado ese abrazo?
Sintiendo que la enfermedad enriquece su vida y que morir no es un castigo, ampliando el círculo de lo que les importa y poniéndose al servicio con amor por la vida que nos traspasa, escapando de su cabeza y empezando a sentir: a reír, a llorar... Se han permitido asombrarse y han experimentado estados de trascendencia.
¿Qué entiende por trascendencia?
Liberarte de tu historia pasada y del temor por la futura. La meditación ayuda mucho. Y eso cambia tu bioquímica: estás sano, ¡vives! Por el tiempo que sea, estás vivo.

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