En Aracena, un periodista se interesa por mi libro. Una entrevista en la que me he sentido muy cómoda. Gracias.
Mostrando entradas con la etiqueta Sobre mi libro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sobre mi libro. Mostrar todas las entradas
viernes, marzo 3
domingo, febrero 22
Isabelita: la niña que no tuvo infancia
Isabel no sabía
qué estaba pasando, pero de pronto un coche se detuvo y de él salieron dos
hombres con una camilla. Entraron en la choza donde su madre seguía tendida en
la cama, atendida por la tía y la abuela. El padre daba vueltas nervioso;
quería ayudar y no sabía cómo. Su desconcierto era grande: ¿qué iban a hacer si
la mujer se ponía mala?, ¿cómo sacar adelante a los niños? La ambulancia se
llevó a la enferma y durante una semana esperaron con ansia su regreso. El
recuerdo más nítido de la niña es la llegada de un coche de caballos, en el que
venía su madre.
Pero ya no era aquella madre joven, sana y enérgica; Isabel era
demasiado pequeña para advertir cómo había cambiado en esos días: no tenía la
misma sonrisa, ni sus ojos brillaban como antes. No comprendía su silencio, ni
sabía interpretar el sonido que emitía cada vez que quería decirle algo. Lo más
evidente era que su madre ya no caminaba como antes, ni podía hacer las camas,
ni cocinar, ni coser, ni cogerla en sus brazos para acunarla y dormirla. Y sólo
tenía seis años.
Isabel no podía
ni imaginar cómo iba a ser su vida a partir de ese momento; porque su madre,
hasta entonces, se había ocupado de todo y ella, como era tan chica todavía,
podía jugar por el campo, correr detrás de las gallinas, hacer travesuras y
dormirse luego, segura de que allí,
muy cerca, estaba ella protegiéndola. Las madres tenían mucho trabajo, muchas
obligaciones y preocupaciones, pero siempre cuidaban de sus hijos; y más cuando
eran tan pequeños; porque, para Isabelita, eran como hadas bondadosas, que
siempre sabían qué había que hacer; estaban atentas a las necesidades de todos
y además echaban una mano en la parcela, para que el padre no tuviera tanto
trabajo.
![]() |
Aspecto de los niños de la campiña en 1950 |
Pero Isabelita no contaba con que las madres también puedan enfermar,
o quedarse incapacitadas por algún accidente, incluso algunas se morían; y
cuando esto ocurría, todo cambiaba. Por eso, cuando su madre volvió a casa, sin
poder hablar ni apenas moverse, aquella familia, su familia, ya no volvió a ser
la misma. A Isabelita se le escapó de golpe la infancia y aprendió a valerse
por sí misma y a tener cuidado de sus hermanos; y hasta de su padre que, como
tantos otros, nunca estaba en la casa, ni se preocupaba de lo que había que
comprar, o guisar, o remendar, o lavar…, de tantas y tantas cosas.
![]() |
Los niños en la parcela, junto a las chozas |
Como la mayoría
de las niñas de las parcelas, su vida, a partir de entonces, fue una vida de
trabajo. Al amanecer había que superar la pereza y las ganas de seguir bajo el
calor de las mantas. Casi siempre el padre tenía que vociferar y reñir a los
más pequeños de la casa para sacarlos de la cama. Grandes y chicos, todos
colaboraban en las labores del campo o en la casa. Lo primero, después de
asearse y hacerse las trenzas, era preparar el desayuno: un tazón de leche recién
ordeñada, con un poco de café, o cebada, una tostada de pan y aceite de
oliva... Luego, durante el día, todo eran obligaciones: que si ocuparse de los
hermanos más pequeños, que si preparar algo de comer, que si echarle de comer a
los animales, que si transportar el agua para el día, que si lavar la ropa de
la semana… Isabel no recuerda cómo podía hacer todo eso con tan pocos años, ha
perdido la memoria de esa etapa de su vida. Seguro que se puso tan mala, con
aquellas fiebres, por trabajar tanto, por no tener quien la cuidara. Había
cumplido los ocho años haciendo de madre de sus hermanos y haciéndose cargo de
una familia numerosa. Luego…, un tiempo
que se le antojó muy corto. Don Francisco Lobatón, un alma generosa, se
interesó por aquella pequeña de trenzas morenas y ojos tristísimos. Tres años de
colegio en las Hermanas Salesianas de Jerez, donde Isabelita tuvo por primera
vez un cuarto de baño, un cepillo de dientes, un camisón para dormir y un libro
entre las manos. Pero una mañana, la realidad se impuso: “Isabelita, que ha
venido Don Francisco Lobatón a buscarte, que le haces mucha falta a tu madre”. Esas fueron las palabras de la madre superiora; palabras que la devolvieron a su antigua realidad:
una vida llena de trabajo y privaciones, de la que algún día lograría escapar.
![]() |
Isabel, a la derecha, en la presentación del libro en Barcelona: año 2010 |
viernes, abril 12
Por tierras navarras con mi libro Al hilo de la conversación
jueves, marzo 7
Entrevista en la radio de JEREZ
Hoy, en Café de Redacción (de lunes a viernes en Onda Jerez Radio-101.0 FM) hemos dialogado con Teresa Fuentes,
autora del libro "Al hilo de la conversación; voz, memoria y vida
cotidiana de las mujeres del campo". Licenciada en Historia Contemporánea
y profesora universitaria, Teresa nos ofrece en esta publicación la
cruda realidad vivida por un grupo de mujeres rurales de La Barca de la
Florida en los años de la dura posguerra. Relatos en primera persona de
madres y abuelas que nos dan lecciones de coraje y humildad; de
superación y de dignidad. La semana que viene a la venta en las
librerías de Jerez.
martes, marzo 5
Historia e historiografía de las mujeres de Jerez
Este artículo ha salido hoy en la prensa jerezana. Casualmente ha coincidido con la nueva edición de mi libro. Para las personas a quien no interese todo el contenido, me he permitido colorear la parte en la que el autor hace una reseña de Al hilo de la conversación, para facilitarles la lectura.
(...) En Jerez se ha investigado poco en lo
que se refiere a historia de las mujeres. Por su parte, la historia
económica, la política, la social, la ambiental y agraria, la
demográfica, la institucional, la de las mentalidades y mundo doméstico,
etc., se mantiene a cierta distancia del gran desarrollo que sí se ha
producido en la historia del arte, de la Baja Edad Media, de la cultura,
de la religiosidad y de las biografías.
lunes, junio 28
Reconocimientos que se agradecen
Otro instante de emoción. Tarde del veintidos de junio. Centro de adultos Victoria Alba de Jerez. En el acto de final de curso, al que acuden más de cien personas; personas que en su día no pudieron acabar sus estudios primarios, o incluso no los iniciaron. Entre ellos muchísimas mujeres, la mayoría. Mujeres que esa tarde se había esmerado en su arreglo y aparecían guapísimas, como para una fiesta. Al fin y al cabo qué mejor celebración que esa: estar aprendiendo y disfrutando con descubrimientos que las hacen sentirse mejores, más valoradas, pero sobre todo más felices.
Cuando escuché mi nombre y salí a recibir la placa, me emocioné. La enseñanza de adultos tiene un significado especial para mí, porque me recuerda lo que siempre hizo mi madre en mi propia casa: enseñar lo que sabía a las personas que no habían podido ir a la escuela. Por eso me sentí muy orgullosa y honrada con ese regalo tan especial que se me hizo.
Mi agradecimiento a tanto entusiasmo por algo tan humilde como mi libro. Recibo el cariño y la admiración, teniendo muy claro quien soy y de dónde vengo. Al fin y al cabo, en lo fundamental, me siento una de ellas. Creo que es eso lo que transmito y de ahí el acercamiento que se da.
domingo, mayo 31
Al hilo de la conversación en las páginas de un diario chileno

martes, marzo 17
Entrevista en la Radio

|
COMENTARIO DE ALFONSO SABORIDO EN SU BLOG (sobre la entrevista) Ayer hablaba de la importancia de las mujeres en una ciencia tan importante como es la Astronomía. Hoy vuelvo a hablar de las mujeres, y su importancia en otro ámbito de la vida: en el campo, en la zona rural. Esta mañana he tenido una entrevista muy bonita con María Teresa Fuentes Caballero, que es licencia en Historia, y hace ya algunos años estuvo en la radio, contándome un proyecto que quería realizar. Tenía un nombre bonito: Coser y c@ntar, que pretendía ser un punto de encuentro entre mujerse mayores aficionadas a hacer labores. Aunque la idea le nació en Barcelona, el proyecto lo realiza en una pedanía de Jerez, La Barca de la Florida, y alrededor de estas labores, las mujeres se contaban sus experiencias pasadas, y se reconciliaban con un pasado, que en muchas ocasiones no fue agradable. De todo este trabajo, nació un libro: Al hilo de la conversación. Voz, memoria y vida cotidiana de las mujeres del campo, Cádiz, Fundación Provincial de Cultura. Diputación de Cádiz, 2008. Me interesó mucho esta entrevista con Teresa, ya no por el trabajo en sí, sino en los pasos que da una mujer para escribir su primer libro. Desde la nada hasta tenerlo el lector en sus manos, que yo considero algo similar a un parto. El libro nos narra un trozo de la vida de estas mujeres, que son la vida de las andaluzas de hace 50 años. Un trozo de nuestra historia que no debemos olvidar y que con el libro de Teresa se queda recuperado para toda la vida. Con la ayuda de Beli, aquí os dejo la entrevista de esta mañana, por si es de vuestro interés, así como unas cuántas fotos de lo bien que lo pasamos.
jueves, marzo 5
Notas de prensa DIARIO DE CÁDIZ
¡Por fin! Un día grande


martes, diciembre 2
Mujeres con conversación · Portada · Información
jueves, septiembre 11
Mi libro

Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
Cuando canta Javier Ruibal es como si sólo estuviera hablando con su público. Sonriente, relajado, sin trampas ni cartón y con una voz qu...
-
"Yo soy feminista, tanto por temperamento e intelecto, y mis...
-
Sentados en la confortable cafetería de un hotel en la Gran Vía madrileña, diría que todos esperan impacientemente el turno, sin saber qué...