Esta mañana he tenido una agradable sorpresa. Buscando en internet imágenes para la segunda edición de mi libro, me he encontrado con unas fotografías fantásticas de un tal Arturo Cerdá sobre Sierra Mágina y sobre otras zonas del sur. Lo más significativo de su mirada es que capta la vida cotidiana de la gente del campo en una época no tan lejana, pero que aparece ante nuestros ojos como algo casi irreal, por su naturalismo y crudeza. Para los aficionados, como yo, a la fotografía es un documento de primer orden y además una obra de arte. Por eso he pensado que no lo podía dejar pasar y aquí lo tenéis, en un documental que su familia se ha encargado de crear. No es todo lo que se puede ver de este artista, pero sí nos acerca a su sensibilidad y a su ojo fotográfico.
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