martes, noviembre 30

Nuevas tendencias en medicina

Tengo 55 años. Nací en Buenos Aires, donde vivo. Educo a personas que atraviesan crisis severas. Estoy casada y he criado cuatro hijos. ¿Política? Ayudar a los demás a vivir hasta el último instante. ¿Dios? No soy religiosa, soy espiritual: experimentar la trascendencia me sana.
¿Cuántos pacientes?
Casi 30.000 en los últimos 30 años, con enfermedades de todo tipo, cánceres...
¿Cómo los ayuda?
No tratando de no morir, sino de vivir hasta morir. De morir bien.
¿Qué es morir bien?
Vivir hasta el último instante con plenitud, intensamente. Vivir más no es más tiempo, sino sentirte alegre por estar aquí y ahora.
¿Acaso no vivían antes de enfermarse?
¡Muchos agradecen que su cáncer les haya enseñado a ser felices, a vivir! La enfermedad es una oportunidad de enriquecerse.
Mejor que no llegue.
¡Pero llega! El dolor entra en todas las casas. ¡Y esto hay que saberlo! Deberíamos aprender desde niños que morir es parte de la vida, y a fortalecernos en cada contrariedad.
No nos lo enseñan, es verdad.
Al no aprender a dominar la mente, vivimos arrastrados por ella. Eso es malvivir. ¡La mente es demasiado loca para confiarle tu vida! Confíale tus negocios, ¡pero no tu vida!
¿Por qué no?
La mente va de excitación en excitación, te impide gozar la vida. Los médicos dicen que padecemos "síndrome de déficit de deleite": ¡no sabemos gozar de lo que nos da la vida! Yo lo procuro.
Un 10% es lo que te pasa y un 90% es lo que haces con lo que te pasa.
Cuestión de actitud. ¿Cuál es la mejor?
Sentir pasión ante la incertidumbre de la vida, ante lo que sea que vaya a traerte.
¿Sea lo que sea?
Sí. Los psiquiatras detectan que hoy padecemos de neurosis noógena: falta de responsabilidad y sentido de la propia existencia.
Pues sí que andamos mal.
Sí, pero la ciencia vanguardista trae buenas noticias: acudiendo a tu interior puedes obtener todo lo que necesites, producir endógenamente todas las drogas analgésicas, euforizantes... ¡Puedes aprender a sanarte!
 ¿Y prescindir de la medicina?
Hablo de la tercera revolución de la medicina: después de la cirugía y los antibióticos, llega la psiconeuroendocrinoinmunología.
A ver si me cabe la palabra en una línea.
Es la disciplina que integra psiquismo y biología, tras treinta años de investigaciones de sabios como Carl Simonson, Robert Ader, Stanley Krippner...
¿Qué postulan?
La interconexión del sistema nervioso central, el nervioso periférico, el endocrino y el inmunológico. Te lo resumo: ¡las emociones modifican tu capacidad inmunológica!
¿O sea que una emoción puede enfermarme?
La angustia ante lo incierto, el miedo, la desesperanza, el remordimiento, la rabia... ¡Cada una tiene su bioquímica! Y es venenosa, es depresora del sistema inmunológico.
¿De un día para otro?
La salud no es un estado: es un proceso, y muy dinámico. ¡Por tanto, siempre puedes reforzar tu salud si trabajas tus emociones!
¿Las trabaja usted con sus pacientes?
Sí. Hay pacientes ordinarios, sumisos a creencias establecidas, y pacientes extraordinarios, que generan creencias sanadoras.
Creer que puedes curarte... ¿puede curarte?
Hay un viejo experimento famoso: a cuarenta mujeres con cáncer de mama, el médico les contó que la quimioterapia las dejaría calvas. Luego, sólo suministró quimioterapia a veinte mujeres y dejó que las otra veinte creyesen recibirla...
Y no me diga que...
Sí, sí: el 60% de las segundas quedaron tan calvas como las tratadas con quimioterapia. ¿Qué modificó la bioquímica interna de esas mujeres? ¡Sus propias creencias!
Inducidas por el médico.
Lo que demuestra el enorme poder del médico. ¡El médico puede estimular con su actitud la capacidad autocurativa del paciente! Un hijo mío es médico: a él y a todos los médicos les ruego que jamás le digan a un paciente que su condición biológica es irreversible. Ese es el único pecado médico.
Pues hay diagnósticos que desahucian.
Son condenas: matan más que el tumor. Acepta el diagnóstico que sea, ¡pero jamás aceptes un pronóstico! Jamás: si abandonas la esperanza de mejorar, de luchar por tu propia salud..., activas el suicidio endógeno.
Pero sembrar falsas esperanzas...
¿Falsas? A mi padre le pronosticó el médico tres meses de vida por un diagnóstico de cáncer de próstata diseminado al hígado. Trabajamos juntos con amor, relajación, meditación, nutrición... y al año no tenía células cancerosas. Vivió 18 años más.
¿Qué dijo su médico?
"Milagro", dijo. Remisión espontánea. Desde ese día cerré mi empresa y me volqué a ayudar a otros como a mi padre. Y yo hoy vivo en la frontera del milagro: la remisión es un efecto colateral en enfermos que han abrazado las fuerzas de la salud, la vida.
       Cuadro de Gustav Klimt, La Muerte y la Vida
¿Cómo han dado ese abrazo?
Sintiendo que la enfermedad enriquece su vida y que morir no es un castigo, ampliando el círculo de lo que les importa y poniéndose al servicio con amor por la vida que nos traspasa, escapando de su cabeza y empezando a sentir: a reír, a llorar... Se han permitido asombrarse y han experimentado estados de trascendencia.
¿Qué entiende por trascendencia?
Liberarte de tu historia pasada y del temor por la futura. La meditación ayuda mucho. Y eso cambia tu bioquímica: estás sano, ¡vives! Por el tiempo que sea, estás vivo.

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sábado, noviembre 27

Encuentro con una escritora muy especial

Como os prometí, quiero dar algunas pinceladas sobre el encuentro con Salwa al Neimi, en la Fundación Caballero Bonald, (Jerez de la Frontera) con motivo de la presentación de su libro El sabor de la miel.
Salwa es una mujer morena de sonrisa suave y algo tímida, aunque muy comunicativa. Prefirió responder a las cuestiones sobre las  que el público asistente tuviera curiosidad, en relación a cualquier aspecto de su obra y de su quehacer literario. Como el marco del acto era el de un grupo de lectura, fue fácil establecer esa comunicación.  
La temática se centró en la cultura árabe musulmana y sobre los tópicos a los que estamos acostumbrados. En ese sentido resulta raro que una mujer musulmana hable abiertamente, y escriba, sobre sexo. Salwa se extendió en sus explicaciones y quiso dejar claro que en la tradición árabe hay mucha literatura amorosa y erótica, aunque claro, de autores varones. A las mujeres no se les ha permitido usar su lengua para hablar  sobre su deseo, y mucho menos para nombrar lugares del cuerpo, o prácticas sexuales. Sin embargo, la autora piensa que en la tradición musulmana nada de eso se consideraba pecaminoso, puesto que la sexualidad y el placer carnal se concebía como un camino hacia el paraíso. Fueron, según ella, la cultura griega y el cristianismo, los que influyeron en que se le diera una connotación obscena a todo lo relacionado con los órganos y las prácticas sexuales. Es decir, el puritanismo dentro del mundo musulmán es algo relativamente actual.
La autora, la segunda desde la izquierda, junto a la traductora. A la derecha Pepa Parra, que presentó el acto, como siempre, con sencillez y simpatía
No obstante, ella se considera una pionera en eso de desvelar el deseo femenino con voz femenina. Su libro ha sido prohibido, por ese motivo, en varios paises islámicos, no en todos.  Su propósito es claro: quiere ser escuchada; como mujer musulmana, desea alzar su voz y dejar clara su doble identidad, puesto que lleva años viviendo en Europa y es parte integrante de ambas civilizaciones. Nació y creció en Siria y se siente orgullosa de su cultura; no de esa que ha sido manipulada, "castrada"  por los propios musulmanes, sino por la original, mucho menos restrictiva en muchos sentidos, que lo que actualmente conocemos. 
Me resulta imposible transcribir todo lo que la escritora nos transmitió, porque su intervención fue extensa y muy apasionada, pero os remito a la lectura de su libro, que ha sido traducido a varios idiomas y por supuesto, publicado en España en la Editorial Emecé, el año pasado.

miércoles, noviembre 24

Luz Casal: entre mis recuerdos... o la nostalgia de un tiempo que no volverá

Luz Casal es de esas cantantes que me han dejado huella sólo con unas pocas canciones. Reconozco que tiene una voz muy interesante, pero me gusta cuando canta melodías como ésta, o Piensa en mí, que la hizo tan conocida entre un público más maduro. Muchas veces escuchándola me he emocionado hasta soltar unas lagrimitas de nostalgia por el tiempo perdido.

lunes, noviembre 22

Romanza de Salvador Bacarisse


  Para mí ha sido un hallazgo. Salvador Bacarisse. Esta hermosa Romanza, del Concertino en La menor,   me ha dejado fascinada, aunque la había escuchado en alguna ocasión, pero no tenía ni idea de quién era su autor. Este video refleja el drama de la Guerra Civil en Madrid,  y la música de este Concertino acompaña muy acertadamente las imágenes.
"Salvador Bacarisse, compositor español, nacido en Madrid el 12 septiembre 1898; muere en París, el 5 agosto 1963. Estudió en el conservatorio de Madrid, donde tuvo como profesores a Alberdi, piano, y C. del Campo, composición. Junto a sus tareas de compositor, ejerció la crítica musical en la prensa madrileña. Formó parte de la Junta de Música y Teatros Líricos y fue director artístico de Unión Radio, puestos en los que desempeñó una valiosa labor. Durante la Guerra civil española se trasladó sucesivamente, siguiendo al gobierno republicano, a Valencia y Barcelona. En esta última ciudad, y como delegado del gobierno en asuntos musicales, organizó algunos conciertos y temporadas de ópera. Al término de la contienda se trasladó a París y allí desempeñó durante muchos años un puesto en la Radiodifusión Televisión Francesa, como encargado de la sección hispanoamericana. Fue una figura destacada en la que se ha llamado «generación de la República», obteniendo por tres veces el Premio Nacional de Música. Junto con Rodolfo y Ernesto Halffter, Gustavo Pittaluga o Julián Bautista, representaba la extrema vanguardia de la música española. Una pasajera influencia del «impresionismo» dejó pronto paso en su música a la estética que por aquel entonces pusieron en circulación Cocteau y «los seis» en París. Finalmente, su inspiración arribó a un «neo-romanticismo» sinceramente sentido y que; en realidad, no había dejado de latir en su obra, ni siquiera en los momentos de más exasperado modernismo. Su producción, bastante extensa, ha tenido escasa repercusión internacional y tampoco parece haber ejercido una influencia apreciable sobre las jóvenes generaciones españolas. Obras principales: Corrida de feria (ballet); Charlot (ópera); Heraldos, Música sinfónica, Serenata, Impromptu, Sinfonietta y Concerto grosso, para orquesta; cuatro Conciertos y una Balada para piano y orquesta; Fantasía para violín y orquesta; un Concierto para cello y otro para guitarra, así como música de cámara, piano solo, y un cierto número de canciones, sobre textos de Juan Ramón Jiménez, Alberti y Cernuda, entre otros".
Manuel Carra.
 FUENTE: http://www.epdlp.com/compclasico.php?id=947

domingo, noviembre 21

Cristina Branco: Voz de seda


Un día, mi amiga Silvia llegó con un disco de esta cantante portuguesa y me pareció un descubrimiento precioso. Me encanta y la quiero compartir.  

sábado, noviembre 20

Vida digna, muerte dulce... dudas y dilemas morales

                   Esta carta la escribí el año pasado, a primero de diciembre, pero la he querido trasladar desde "Cartas sin respuesta" a "Cineblogeando", para facilitar su acceso a las personas que se acercan al blog y sólo quieren ver qué peliculas tengo en mi cajón.

Querida amiga: Desde hace más de una semana tenía ganas de ponerme con la carta. Acabando de ver una película, pensé en ti, en la conversación que podríamos haber tenido a raíz de la hermosa y conmovedora historia que compartí con unos cuantos amigos.
Sin embargo, no siempre coinciden mis deseos con las posibilidades que tengo de ponerme tranquilamente a darle a las teclas de mi ordenador, (por cierto, algunas de ellas con las letras completamente borradas, por el uso). Pues eso, que yo necesito mi tiempo de reposo para escribirte; las cartas a las amigas no son cualquier cosa: son una conversación íntima con alguien que está dispuesto a escuchar y que puede establecer contigo un diálogo. Por eso a veces tardo algo más de lo debido en escribirte.
Esta mañana del ocho de Diciembre, cuando todo anuncia la Navidad, es cuando he encontrado ese hueco. Este fin de semana largo he tenido dos amigas visitándome en Jerez. Una de ellas, Cecilia, la conocí hace ya diez años en Chile. Me invitó a visitarla en la Universidad donde impartía sus clases a estudiantes de Trabajo Social. No recuerdo si te hablé de ella, pero fue una estupenda experiencia para mí poder ir a América Latina como docente. Siempre dije que allí, en un mundo tan diferente, me sentí muy relajada, sin los miedos e inseguridades que siempre me atenazaban en muchas de mis clases. Creo que me despojé de todo eso y me sentí con una gran libertad; de ahí que disfrutara tanto en las dos ocasiones que visité el país.
¿Por qué te cuento lo de Cecilia…? Pues porque ha sido con ella con la que he hablado de esta película. Antes, el grupo de amig@s con los que suelo compartir tardes de cine alrededor de una mesa y una copa, hemos reflexionado sobre las cuestiones que plantea la historia del film. La historia es la siguiente:
Juliette sale en libertad después de pasar quince años en la cárcel. Durante esos quince años no ha tenido ningún contacto con su familia, que la rechazó. Su hermana menor, la acoge en su casa de Nancy, donde vive con su marido y dos hijas adoptivas. Debido al largo encarcelamiento de Juliette y a su diferencia de edad, las dos mujeres se sienten como dos extrañas. A pesar de eso, la hermana menor aceptó dar cobijo a la mayor cuando los servicios sociales se pusieron en contacto con ella y le informaron de que salía de la cárcel.
Al principio, Juliette parece distante, alejada del mundo, ensimismada; en sus ojos se adivinaba un sufrimiento difícil de poder transmitir con palabras. Pero Léa, su hermana, se esfuerza por ayudarla y hacer que su estancia en la casa familiar sea agradable. La casa es grande y siempre está llena de amigos. Michel, compañero de trabajo de Léa y seductor empedernido, y una pareja de inmigrantes, Samir y Kaisha, ayudan a Juliette a volver a una vida normal. Poco a poco, las hermanas recuperan la confianza mutua para superar los secretos. Sobre todo el gran secreto: la tragedia que llevó a la cárcel a la protagonista, y que poco a poco va desvelando el film.
En fin, aunque el guión está tan bien hecho que tardas bastante en conocer cuál ha sido el delito que llevó a Juliette a la cárcel, al final nos sorprende con un caso de Eutanasia activa. Quiero decir que, Juliette, que, por cierto, es médica de profesión, acabó de forma consciente y decidida con la vida de su hijo, un niño con una enfermedad incurable, que le hacía pasar por dolores insoportables. Después de comprobar una analítica que confirmaba un pronóstico trágico e inminente, la mujer tomo una decisión: acelerar y endulzar la muerte de su hijo, utilizando sus conocimientos médicos.
Juliette pasó quince años entre rejas, alejada de toda su familia, olvidada y sin apoyos de ninguna clase, ya que sus padres y su marido no comprendieron nada y nunca la perdonaron. Pero la película trata de su salida al mundo y del esfuerzo que tiene que hacer para volver a “reconstruirse” como persona, para “renacer” y encontrar sentido a la vida, con el peso del pasado a sus espaldas.
Una de las cuestiones centrales del filme, es el silencio absoluto de ella; su negativa a defenderse de la acusación; a explicar cuál fue la verdadera razón de su terrible acto..., ¿de amor…? Sabía que eso le costaría larguísimos años de cárcel y el rechazo de todo el mundo, pero no estaba dispuesta a defenderse, porque en el fondo, ¿quizás pensaba que merecía un castigo?, ¿o tal vez sabía que ningún argumento podría satisfacer a nadie, ni a ella misma siquiera?
Ya sabes cómo me apasionan los temas como este; quiero decir, los grandes dramas morales por los que tantas personas pasamos, porque ¿Quién no ha tenido que luchar consigo mismo en algún momento de su vida, ante situaciones dramáticas en la que ninguna decisión nos deja satisfechos del todo...?
Pues con mi amiga Cecilia, mientras paseábamos por Cádiz, en una tarde otoñal, veníamos hablando de las justificaciones que cada cual busca para defenderse de la moral social, de los juicios que muchos se atreven a hacer sobre algunos actos que resultan incomprensibles para la gente bien pensante, los puritanos y los ilusos, seguros de que existen las buenas y las malas personas. Veníamos planteándonos esa falsa dicotomía, en la que ninguna creemos, porque ambas hemos vivido situaciones vitales que nos han mostrado algo sobre nosotras mismas que desconocíamos: ante determinadas circunstancias, todos podemos mostrar nuestra peor cara y hacer cosas poco edificantes.
Recordé la frase de la protagonista de la película, cuando alguien le preguntó: ¿por qué no te defendiste delante del juez…? Esta fue su respuesta:
- ¿Y qué querías que dijera…? ¿Es que hay alguna justificación posible?
Nuestra conversación fue transcurriendo por caminos cercanos al tema de la película y hablamos de otra de las grandes cuestiones que continuamente vuelve a la palestra: el aborto. Cecilia, que es Trabajadora Social, ha trabajado con mujeres en su país y me contaba su experiencia en este sentido. Estaba de acuerdo en que se trata de una decisión íntima y dolorosa para cualquiera y que el debate social está un poco alejado de esa vivencia. Muchas mujeres piensan lo mismo que Juliette, la protagonista de la película. No vale la pena justificarlo, adornarlo con grandes principios éticos. Nadie puede ponerse en el lugar de quien decide algo así. Las razones más o menos objetivas de las mujeres, corren paralelas a un sentimiento de desgarro, de pérdida irreparable. Casi todas hablan de que hay un antes y un después en sus vidas. El duelo, la culpa… y el perdón, que no viene de afuera, sino que tienes que permitirte para seguir viviendo, aunque ya nunca serás la misma.
Eso le pasaba a la protagonista de nuestra historia: Juliette. Su salida de la cárcel no acabó con su pena, con el profundo dolor que la acompañaría siempre, reflejado en sus hermosos ojos claros. Al fin y al cabo ese es el castigo mayor de este tipo de actos: el gran vacío interior y el camino que hay que recorrer hasta encontrar un poco de paz.
Por eso tuvo que pasar un tiempo; el suficiente para que esta mujer mostrase a los demás lo que era: una persona corriente, como cualquiera; sólo que la vida la había puesto ante un gran dilema:
            
              • Si acelerar la muerte de su hijo, para evitarle un enorme sufrimiento, sinsentido. Hacerlo no iba a ser fácil, ni iba a estar exento de un castigo interno (conciencia y dolor) y externo (justicia)
             • O bien respetar el proceso de enfermedad, hasta la llegada de la muerte natural del muchacho.

Esta opción entra dentro de lo que socialmente se considera moralmente aceptable y legítimo. Al fin y al cabo, el valor de la VIDA se ha convertido en una especie de tabú que resulta difícil saltarse. Pero ¿Cuántas madres, teniendo en sus manos la posibilidad de acelerar dulcemente ese proceso, no lo harían?, ¿cómo asistir al deterioro y al sufrimiento de un hijo, sin hacer nada para evitarle ese trance?
Así son los dramas morales: irresolubles. Algo totalmente humano que debería producir, más que tanta palabrería y enjuiciamiento gratuito y puritano, una pizca de compasión y comprensión.
Por eso me resultan tan pesados los debates mediáticos y políticos sobre el derecho a la vida. De vez en cuando saltan a la palestra y vuelven de nuevo los discursos vacíos de tanta gente que sólo entiende las cosas en su sentido más abstracto. Se habla del derecho del no nacido; del derecho a una muerte digna; de la ilegitimidad de acabar con la vida de alguien porque está enfermo y desea acabar con su dolor; de que no somos nadie para tomar ese tipo de decisiones… bla… bla… bla… Detrás de todo eso hay personas que sufren y alguien que, dolorosamente toma una decisión, cuya trascendencia está fuera de toda duda. ¿Cómo podemos estar tan seguros de todo…?

Te recuerda, tu amiga
TERESA

viernes, noviembre 19

Esa es mi felicidad


En los años noventa volvieron a coincidir el autor: L.E. Aute y Pepa Flores y crearon uno de los discos mas emocionantes que he escuchado. La voz grave y madura de Pepa pone lo que necesita a estas letras tan hermosas.

Pepa Flores - Ay de ti, ay de mi (L.E. Aute)

Aute y Pepa Flores formaron durante poco tiempo un equipo lleno de fuerza poética. Lástima que ella abandonara el mundo artístico. Estas dos canciones son del primer disco que hicieron juntos, que no tiene desperdicio. Yo era una treintañera cuando lo descubrí y me sigue gustando muchísimo.

miércoles, noviembre 17

La historia de Antonia: una parábola sobre la vida y la muerte

                                                                       "Yo soy feminista, tanto por temperamento e intelecto, y mis películas están conformadas por mi visión de la vida."

Éstas son las palabras de la cineasta holandesa Marleen Gorris, quien escribió y dirigió la Línea de Antonia, ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera en el año 1995”. Éstas son algunas de las reflexiones y comentarios que nos sugirió esta hermosa historia a un grupo de amig@s, reunidos en torno a una mesa, por cierto, bien repleta de suculentos bocados, para una tarde de animada charla, en torno a una película.                                                                    

Antonia’s Line (GB-Holanda-Bélgica, 1995).

"Yo soy feminista, tanto por temperamento e intelecto, y mis películas están conformadas por mi visión de la vida." Esas son las palabras de la cineasta holandesa Marleen Gorris, quien escribió y dirigió la Línea de Antonia, ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera en el año 1995”.

Cuando Antonia aparece en escena, acompañada por su joven hija, su presencia dice mucho sobre ella. Con el cuerpo erguido, la cabeza alta y pisando fuerte, parece que va diciendo: aquí me tenéis, no podréis conmigo.

A partir de ese momento se convierte en el personaje central de una especie de parábola sobre la vida y también sobre el poder de la naturaleza, frente a la cultura patriarcal. La película no es realista. Nos sorprende con una mezcla de fantasía, realismo mágico, surrealismo… Elementos que sirven a la directora para quitar hierro a una historia que, aunque dramática, nos hace sonreír en muchas ocasiones. Son esos toques, esos guiños de humor, los que convierten a la historia en algo diferente. Y es que la vida que nos presenta, en un pequeño pueblo holandés, nada tiene de bucólico. Al contrario, el mundo rural a mitad siglo pasado era algo así como un círculo consistente en nacer, trabajar, reproducirse y morir. Una vida primaria, casi animal,  en la que los machos sirven para montar a las hembras, con el propósito de que éstas traigan hijos para trabajar en la granja. Mano de obra que volverá a reproducir la vida, sin apenas cambio.
  
No hay duda, sin embargo, sobre el enfoque feminista que tiene la historia. Esos hombres-machos educados para trabajar la tierra y procrear, deben mantener su preponderancia en un sistema patriarcal,  y parece que no encuentran otra fórmula que la fuerza bruta, sobre todo con las mujeres vulnerables, como el caso de la muchacha discapacitada, salvajemente violada por su propio hermano.        
El mismo individuo no duda en hacer otro tanto con la joven Teresa, intelectualmente superdotada, a la que somete y humilla de ese modo. Se me ocurre comparar estos actos con la marca de un animal sobre su territorio. Son actos de violencia inaudita contra las mujeres, a las que, sin duda, considera “cosas”, objetos que están ahí para su propia satisfacción y servicio. Si además éstas ponen de manifiesto sus propias deficiencias y miserias, entonces su EGO reacciona y es capaz de las mayores infamias.   El resto de personajes masculinos son bastante irrelevantes, algo que la autora ha querido. Entre ellos destaca uno, cuyo papel resulta fundamental para impulsar a la inteligente Teresa hacia la búsqueda del conocimiento filosófico. Claro que como algunas críticas han señalado, Dedos Torcidos representa la oposición más clara al principio femenino de la película, encarnado en Antonia: que representa el amor y la aceptación de la vida.  Antonia puede disfrutar de la vida, porque ella no espera nada especial, no piensa en que haya  que buscar sentido.

Por el contrario, el hombre no encuentra otro escape al sin    sentido que la muerte, después de haberse muerto ya en vida, siempre escondido detrás de los cristales…¿cobardía, lucidez…? Quién sabe.  Pero, lejos de centrarse en la violencia,  o ese principio de muerte, encarnado en Dedos Torcidos,  la autora nos introduce en la historia de una saga de mujeres que han decidido apostar por la vida, pero no cualquier vida, sino la que ellas consideran digna.  Así, las raquíticas y anquilosadas normas morales de una pequeña comunidad, no logran poner freno a las decisiones vitales de Antonia, su hija, su nieta y finalmente la biznieta, narradora de la  historia.

Por el contrario, el hombre no encuentra otro escape al sin    sentido que la muerte, después de haberse muerto ya en vida, siempre escondido detrás de los cristales…¿cobardía, lucidez…? Quién sabe.  Pero, lejos de centrarse en la violencia,  o ese principio de muerte, encarnado en Dedos Torcidos,  la autora nos introduce en la historia de una saga de mujeres que han decidido apostar por la vida, pero no cualquier vida, sino la que ellas consideran digna.  Así, las raquíticas y anquilosadas normas morales de una pequeña comunidad, no logran poner freno a las decisiones vitales de Antonia, su hija, su nieta y finalmente la biznieta, narradora de la  historia.En la casa de Antonia cabe todo el que necesita afecto, apoyo o un plato de comida. Ella es como la madre tierra; alrededor de su mesa vemos ampliarse el número de comensales, sin prejuicios, sin condiciones. El afecto y la humanidad son alimentos básicos de esos encuentros y el centro de la vida de la granja. No hay discursos morales, ni se discuten grandes ideas. Todo es sencillo: los niños nacen de una mujer que concibe la maternidad como una forma de realización, de plenitud de lo femenino, así lo afirma Letta, que llegó a tener en su vientre doce hijos. La gente colabora en que la naturaleza germine con cada primavera, se celebra el amor y se entierra a los muertos.
Las mujeres de la película han nacido en un mundo lleno de trabas y de violencia más o menos explícita, pero entre Antonia y su biznieta, se produce un cambio evidente. La matriarca, es pura naturaleza, acogedora naturaleza; Danielle da un paso en su conciencia de mujer. Ella quiere ser artista, desea expresarse a su modo, crear su propio mundo y concebir, usando al hombre como simple semental. (con muy buena pinta, dicho sea de paso) Su opción sexual, exenta de toda morbosidad, simple y llanamente un amor adulto entre mujeres.
Finalmente, Teresa. Una generación que se incorpora a la universidad, cuya identidad no descansa en la reproducción, sino en las capacidades intelectuales. Se ha cumplido un proceso: de la mujer naturaleza, a la mujer que después de cumplir el mandato de la biología, deja a su hija al cuidado de otros brazos: la abuela, o el padre. No hay juicio moral, ni culpa. La joven madre sigue su vida con total desapego del fruto de su vientre. Otros y otras sustituyen la función maternal, que no tiene por qué ser la biológica.
La muerte de la protagonista está llena de sentido. Es tan natural como su vida. Cansada y quizás sintiendo que se ha cumplido su ciclo, Antonia, que tras la violación de su nieta ha perdido la alegría, inicia su último día. Aún bella y erguida, a pesar de su edad, se recrea en las rutinas familiares: la apertura de las persianas, la alimentación de la cabra, último repaso a su mundo. Sin miedo a la verdad, comunica el acontecimiento a su biznieta, con la que tenía una gran complicidad, y llama a la extensa familia alrededor de su cama, donde asistimos a su último suspiro.


Estas reflexiones son el resultado de lo que todo los miembros del grupo del Cine Club fueron compartiendo, y de algunos planteamiento que me han ido surgiendo durante la semana, mientras pensaba en esta deliciosa historia de mujeres. Gracias a todos.
Una tarde de domingo deliciosa.

Ficha técnica

Título en español: Memorias de Antonia
Título original: “Antonia” y “Antonia´s Line”
Año: 1995
País: Bélgica / Holanda / Gran Bretaña
Género: Drama
Duración: 102 minutos
Idioma original: Alemán
Dirección y guión: Marleen Gorris

domingo, noviembre 14

Salwa al Neimi. ¿Quién es esta escritora?

La obra de la escritora siria Salwa al Neimi, escrita en árabe, ha sido prohibida en algunos países islámicos y aclamada en otros por dar una imagen distinta de la cultura musulmana.
Madrid. (EFE).- La escritora siria Salwa al Neimi ha traspasado muchas barreras con El sabor de la miel, una novela erótica escrita en árabe prohibida en algunos países islámicos y aclamada en otros por ofrecer una imagen distinta de las mujeres árabes y la cultura musulmana.
El libro acaba de aparecer en España, pero lleva a sus espaldas un largo recorrido desde que fue publicado en el 2007 por la editorial libanesa Ryad El-Rayyess. Prohibida totalmente en su país natal, Siria, y para los menores de 18 años en el Líbano, la novela se ha divulgado con éxito en países como Marruecos o Túnez, se ha traducido a casi veinte idiomas y se ha publicado hasta la fecha en EE.UU., Francia o Italia, con planes de hacerlo en un futuro en Brasil y Japón. Y allí donde ha sido prohibida, internet ha permitido "burlar la censura" de forma gratuita, destacó la autora entre risas.

Sabor a miel (un fragmento del libro)

La semana próxima conoceré a la autora de este, parece,  apasionante libro, que ya tengo ganas de tener entre mis manos. Tendréis noticias muy pronto... ¡paciencia...!

"Hay quien invoca a los espíritus. Yo invoco a los cuerpos. No conozco mi alma ni la de los demás, pero conozco mi cuerpo y sus cuerpos.
Eso me basta.
Los invoco y revivo mis historias con ellos, transeúntes en un cuerpo de tránsito. No han sido más que eso. Las cosas estaban claras desde el principio. ¿Entonces?
¿Los utilizo? ¿Son hombres objeto? ¿Por qué no?
¿Amantes? Es una palabra fuerte. No puedo emplearla, ni siquiera en mis pensamientos. El Pensador fue el único que la pronunció una vez y me chocó. ¿Un amante? No tengo amantes. Es preciso que encuentre otra palabra, aunque no me he molestado en buscarla. Un día, mientras le hablaba de una amiga que se encontró con él en una fiesta, el Pensador me preguntó como si nada: «¿Sabe que soy el amante de su amiga?» Su historia era mi secreto y la pregunta no me desconcertó. Lo que me desconcertó fue la palabra: «amante».¿El Pensador, mi amante? Nunca se me había ocurrido. ¿Puedo ser la amante de un hombre del que no deseo sino que me tome entre sus brazos en secreto? ¿Es posible ser la amante de un hombre del que no deseo sino esas horas robadas?

miércoles, noviembre 10

Los cuadros de M. Carmen

Desde hace unos días, en Arcos de la Frontera, se exponen un grupo de hermosísimos cuadros de la artista M. Carmen Sánchez, una amiga que, como yo, se trasladó desde Barcelona hace cinco años y se ha instalado en ese pueblo blanco. No hay que perdérsela, porque está llena de sensibilidad y delicadeza. Feliciades M. Carmen.

viernes, noviembre 5

Datos para conocer Carmona

Una de las paradas más interesantes en Carmona (Sevilla) es la Necrópolis romana, del siglo I y II de nuestra era. El conjunto funerario está compuesto por varios centenares de cámaras sepulcrales, excavadas en la roca de los Alcores.
La Necrópolis de Carmona, de enorme importancia arqueológica, conserva abundantes hornacinas para cenizas y un gran número de pinturas murales. Visitarla es retroceder en el tiempo para entender las costumbres y los rituales que, en torno a la muerte, envolvían las ceremonias en Carmona (Sevilla). Destacan en este conjunto la Tumba del Elefante, santuario en honor de la divinidad frigia Attis, y la suntuosa Tumba de Servilia, que imita la edificación de una villa romana típica.
La edificación del Alcázar Rey Don Pedro data de tiempos de la presencia de los romanos en la ciudad de Carmona (Sevilla), si bien adquirió su forma definitiva con los árabes, y posteriormente durante el reinado de Pedro I el Cruel. Su estructura responde a dos espacios perfectamente diferenciados, y enclavados el uno dentro del otro, cada uno de los cuales cuenta con sus propios muros y barbacanas.
El Alcázar Puerta de Sevilla se comenzó a construir por los cartagineses, y fue continuado por los romanos, a quienes se debe la puerta de su cara interior, con sencillos arcos de medio punto. Otros de los elementos arquitectónicos que componen esta construcción son sus aljibes, barbacanas y muros, así como la puerta exterior, con su arco de herradura apuntado, que proceden de entre los siglos IX y XII.
La Puerta de Córdoba, datada en el s. I, es otro de los edificios representativos de Carmona (Sevilla) y contaba originariamente con tres arcos de entrada. Su planta está constituida por un muro recto de sillería almohadillada de diez metros de altura flanqueado por dos torres rematadas por almenas.
El Prioral de Santa María, máximo exponente de la arquitectura religiosa de Carmona, mezcla distintos estilos arquitectónicos. Construido sobre los restos de la Antigua Mezquita Mayor de la ciudad, de la que se mantiene el Patio de las Abluciones (llamado “Patio de los Naranjos”), conserva un rico patrimonio en su interior.




Otros monumentos de interés en Carmona (Sevilla) son la Iglesia de San Pedro, la Iglesia de San Bartolomé, la Iglesia de Santiago, la Iglesia de San Blas, la Iglesia de San Felipe, el Convento de Santa Clara, el Convento Concepción o el Palacio Lasso de la Vega, soberbia Casa Palacio construida entre los siglos XVI y XVII.
La gastronomía de Carmona (Sevilla) está ligada a la historia y la idiosincrasia de la ciudad y mantiene como especiales protagonistas los productos naturales, base de una cocina de corte tradicional y nutritiva. Entre los platos típicos pueden mencionarse como entremeses la ensalada de escarola con pimiento molido, varias clases de revoltijos y aliños, el picadillo y las aceitunas en salmuera. Como platos principales destacan el gazpacho, el pisto, sopa de tomate, boronías, migas, gachas con canela, espinacas con garbanzos, cocido rural de tagarninas, tallos, manitas de cerdo y potaje de chícharos. En el apartado de los postres, son populares las tortas inglesas, las torrijas y los dulces de las monjas del Convento de Santa Clara.
FUENTE: http://www.guiacompleta.com/carmona/

Viaje a Carmona

Noticias sobre Sierra Mágina

El Parque Natural de Sierra Mágina se sitúa en el sur de la provincia de Jaén, en el límite geográfico que marcan la cordillera Bética y el Valle del Guadalquivir. Dista menos de 50 kilómetros de la ciudad de Jaén, y limita por el sur con la provincia de Granada.
Debido a sus altos valores ecológicos y paisajísticos, así como a sus especiales ambientes rurales, fue declarado Parque Natural en 1989, con una superficie aproximada de 20.000 hectáreas. 
Sierra Mágina está coronada por la cima más alta de la provincia de Jaén, el pico Mágina, con 2.167 m. En conjunto, la orografía de la comarca y, principalmente, de la zona declarada espacio protegido, está marcada por un relieve muy abrupto de pendientes fuertes, que se convierten en muchas ocasiones en paredones verticales, ofreciendo un paisaje muy atractivo y lugar ideal para la práctica de deportes como alpinismo, senderismo, bicicleta de montaña, etc. 
Las rocas dominantes, caliza y dolomía, presentan en muchas zonas una carstificación acentuada, favoreciendo la existencia de abundantes cuevas subterráneas en las que es frecuente la práctica de la espeleología. 
El clima dominante es de tipo mediterráneo, con veranos secos y cálidos, e inviernos suaves, aunque en las partes altas suelen permanecer las nieves varios meses. Las lluvias, abundantes en otoño y primavera, suministran un rico caudal de agua a una multitud de fuentes y manantiales.
Las variaciones climáticas, junto con las condiciones orográficas, favorecen que la vegetación en este Espacio Natural sea muy diversa.
Hablar de este entorno mágico es volver sobre los pasos de quienes antes que nosotros ya descubrieron la gentileza de estas tierras; el Marqués de Santillana en sus serranillas, o Antonio Manchado en sus poemas. Su propio nombre de Mágina no está claro si proviene de Magna o de Mágica, en cualquier caso ambos ilustran sobre lo que estas sierras han sido para sus gentes. No sólo escritores o poetas, ya desaparecidos, escribieron de ellas; más recientemente la prosa de Antonio Muñoz Molina, recoge entre sus lugares comunes el nombre de Mágina, y es que resulta difícil ignorar estas tierras.
Resulta difícil describir lo que los pueblos de esta comarca permiten descubrir. Por eso el turismo rural es un fenómeno que va a más. Toda Mágina es un atractivo turístico; desde el descanso, silencio y buena comida que nos brinda Torres, hasta la sorpresa que causa Cambil por su ubicación y trazado, un rosario de asombros se va produciendo ante nuestros ojos, las formas urbanas de Albánchez de Mágina , Jimena, Bélmez de la Moraleda o Solera (con casas colgadas entre terrenos en pendiente, asomadas como eternos balcones de vigía), lo solariego de Jódar o el recato de Pegalajar (destacamos las huertas escalonadas, hoy declaradas Patrimonio Cultural) y Bedmar. Todo ello enmarcado en el contexto incomparable del Parque Natural de Sierra Mágina, reserva por excelencia de la naturaleza donde encontramos una gran variedad de flora y fauna endémica de la zona.
También esta Sierra Mágina es la cuna de uno de los mejores aceites de oliva de España, que se comercializa con la marca de Denominación de Origen "Sierra Mágina". Es la base de la gastronomía de los pueblos de esta Sierra. La influencia es romana y árabe. Casi todos los platos son comunes a todos los pueblos, como el gazpacho, las migas, las gachas, la pipirrana, los andrajos, los almendrados, etc. Pero también se encuentran platos típicos como por ejemplo, los papajotes de Pegalar, el carnerete de Cambil, los borrullos de Albánchez, las pajarillas de Carchelejo.
Las bebidas típicas de la zona son: el risol y el aguacebá. No perderse el tapeo por los diferentes bares y mesones de Sierra Mágina.
En esta comarca no queremos señalar una ruta. Lo que proponemos son muchas, al ser una comarca muy circular. Cualquier pueblo o aldea puede ser el inicio de una pequeña ruta ya sea andando, a caballo, en bicicleta o simplemente en coche y parar en los infinitos lugares espléndidos de esta magnífica comarca.
Por último sólo señalar que es una comarca con infraestructuras turísticas muy buenas y respecto a las comunicaciones decir que la autovía Jaén a Granada pasa por la comarca de Sierra Mágina.

Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre nuestros huesos.

Miguel Hernández

Fuente: http://www.cerespain.com/sierramagina_ruta1.html

Poemas de Gioconda Belli


                               Uno no escoge

Uno no escoge el país donde nace;
pero ama el país donde ha nacido.

Uno no escoge el tiempo para venir al mundo;
pero debe dejar huella de su tiempo.
Nadie puede evadir su responsabilidad.
Nadie puede taparse los ojos, los oidos,
enmudecer y cortarse las manos.

Todos tenemos un deber de amor que cumplir,
una historia que nacer
una meta que alcanzar.

No escogimos el momento para venir al mundo:
Ahora podemos hacer el mundo
en que nacerá y crecerá
la semilla que trajimos con nosotros.

                           Y Dios me hizo mujer

Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.

Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.

Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.

Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;

nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.

Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.

jueves, noviembre 4

Cartas a Angeles: Víctimas, verdugos y pequeñas corruptelas cotidianas

Querida Ángeles: Ayer me acordé de ti especialmente. Una prima vino a visitarme y me contó el calvario que está pasando. Otro caso de acoso moral, o mobbing, como le dicen ahora. Seguramente estas cosas pasaban hace años; quiero decir que el que los psicólogos le hayan puesto nombre al fenómeno no significa que sea nuevo, sino que somos más sensibles al tema; que alguien, o mucha gente al mismo tiempo se ha dado cuenta de que no son aceptables este tipo de actitudes y conductas. Bueno, querida, tú sabes mucho de eso. No en balde tuviste que acompañar a tu pareja en ese larguísimo proceso, que muy probablemente fue el origen de su mortal enfermedad. Ella sufrió el vacío durante varios años, en una administración que nunca pudo perdonarle su valentía. El poder no está acostumbrado a que se le cuestione públicamente y Geli era una ilusa; una mujer que no podía cerrar los ojos ante ninguna injusticia, pero sobre todo si afectaba a su cometido profesional dentro del Área de Medio Ambiente. Recuerdo perfectamente mi estupor y mi indignación por todo lo que tuvo que aguantar: una mesa en un rincón, vacía de papeles. La dejaron sin trabajo, simplemente… Ignominia, descrédito, deshonra, desprecio… no se me ocurren más adjetivos. Nada se pudo hacer con la ley en la mano.
También mi prima es una funcionaria, que se ha pasado media vida hasta conseguir una plaza fija en un centro de formación musical. Pero… mira por dónde, cuando pensaba que se habían acabado sus penas y por fin era una profesora con todos sus derechos, aparece una desaprensiva que no soporta cerca a alguien que le pueda hacer sombra, o ponga en cuestión su trabajo. Así es como lo interpreto yo, porque la pobre no acierta a comprender cómo puede haber alguien que se ensañe de ese modo con ella, que lo único que hace es hacer su trabajo lo mejor que puede y sabe.
Cierto que, en esta ocasión, la cuestión parece más personal. En una administración mayor, como era el caso de Geli, la responsabilidad de los actos se diluye y nunca se sabe de dónde partió el acoso. Aquí estamos ante un centro de una población pequeña, en la que la directora convierte su lugar de trabajo en una especie de dictadura muy… muy velada, puesto que sobre el papel todo parece otra cosa. Sin embargo, un grupo de profesores, se comportan como súbditos de esta señora y no se atreven a cuestionar nada, supongo que por miedo, simplemente miedo, ¡que es fuerte! Porque digo yo: ¿miedo a qué…? ¿Será que todo el mundo tiene algo que esconder? ¿Será que nadie o casi nadie cumple con su obligación?
Y para colmo, mi prima tiene la teoría de que lo que le ha pasado a esta mujer es que no ha podido soportar su rechazo; un rechazo no abierto, pero sí evidente. Vaya, como los pretendientes que se sienten despechados ante la indiferencia de su objeto de amor. Se trata de un asunto personal; una falta de autoestima; una herida narcisista, que tiene que ver con una gran necesidad de ser reconocida por alguien a quien se admira. Los psicólogos dicen que los acosadores tienen un trastorno de personalidad narcisista. Una de sus características es que carecen de interés y empatía por los demás, pero fíjate por dónde, no soportan que los demás dejen de interesarse por ellos. Por eso se comportan atacando a quien consideraban amigo, pero que en un momento dado se distancia.

Si eso se lleva a las relaciones profesionales, se convierte en una especie de paranoia o persecución y se extiende a toda la organización como una plaga. Es evidente que un enfermo puede enfermar a la institución entera. Y, por supuesto, siempre hay una víctima; alguien que, inconscientemente, ha colaborado en que el fenómeno se produzca. En este caso, mi prima no sabía cómo decirle a su directora que no le interesaba su amistad, que no le apetecía salir con ella. Es curioso, pero precisamente por no herir, por no ser clara y decir lo que piensa, se ha visto enredada en esta maraña de envidia, que le está afectando en su salud.
Ayer, hablando con ella sobre este problema, recordé no sólo lo que le pasó a Geli, sino otros episodios que he sufrido yo misma y otras amigas o conocidas mías. Desde luego el tema tiene dos dimensiones: una puramente personal y otra que tiene calado social.
Me explico. No podemos evitar que haya personas que tengan este tipo de actitudes; que dediquen su energía a la persecución de alguien, por el simple hecho de haberse sentido rechazadas, por despecho, envidia o, por qué no decirlo: pura maldad. Hasta ahí la cuestión queda en el ámbito de lo privado y la única salida que tiene el perseguido o perseguida es hacer oídos sordos y mantenerse alejada de su perseguidor. El problema mayor surge cuando una persona tiene que convivir ocho horas al día en un ambiente enrarecido por la envidia y la maledicencia. Eso es insoportable; produce un desgaste emocional que no resulta fácil resolverlo, porque hay que seguir en la brecha. El trabajo es obligatorio, de una relación enfermiza, se puede prescindir.
Ahora bien Ángeles, ¿qué pasa con el funcionariado...? ¿Podemos permitir este tipo de actitudes y actuaciones a personas que teóricamente se dedican a educar y además están pagadas por nuestros impuestos…? Estamos hablando de corrupción. Se habla mucho de las grandes corrupciones, pero no de esas pequeñas “corruptelas” cotidianas en las que todos en mayor o menos medida colaboramos. ¿Qué hay que decir de una directora que no asiste a clase porque prefiere estar dando un paseo con una amiga, o tomándose una cerveza; o que organiza el centro en el que trabaja, siguiendo criterios de favoritismos, o búsqueda de lealtades…? Por hablar sólo de algunas de las cuestiones que me explicó mi prima.
Y ahora viene lo peor: si se te ocurre denunciar el caso al inspector, o a los representantes sindicales, te enfrentas a una pared. No me lo podía creer, querida amiga. Todos optan por el silencio y la amenaza. No hay nadie que te apoye en algo que parece tan sencillo y que está avalado por documentos y testigos. De verdad que no veo cual es la salida y cómo ayudar a mi prima, porque ella ya ha decidido tirar la toalla. Ha tenido que ir al médico y pedir una baja, porque la ansiedad se la come viva y no consigue dormir por la noche. Pero claro, ¿Cuánto tiempo podrá estar de baja…? El problema está ahí y si no se resuelve me temo que tenemos otra persona diagnosticada de mobbing laboral. Y me pregunto finalmente, ¿qué deberían hacer los psiquiatras con la información de que disponen sobre tanta injusticia…? ¿Quién le pone el cascabel al gato…?
Bueno, amiga mía, por hoy te voy a dejar, porque estoy preparando un viaje de fin de semana y el tiempo se me echa encima. A la vuelta te cuento.

Un abrazo

miércoles, noviembre 3

La titularidad catalana o española... un asunto para pensar

Quiero compartir con vosotros estas reflexiones que de vez en cuando me llegan desde Barcelona. Mi amigo Said sabe cómo abordar estos temas com suficiente claridad, pero sobre todo con una actitud que considero digna de elogio, ya que sus palabras nunca son ofensivas ni sientan cátedra sobre nada. Siempre sabe cómo darnos una serie de claves para poder pensar y comprender el mundo mestizo y complejo en el que nos movemos.

"El día 7 de octubre, la escritora Najat el Hachmi escribía en su columna habitual que a su hijo, a punto de cumplir los 10 años, le habían llamado por primera vez «moro de mierda» en la escuela. La escritora afirmaba que los años venideros serán los más difíciles dado que tendrá la tarea, nada fácil, de que su hijo siga creyendo que es de aquí tanto como cualquier otro. 
Me gustaría hacer una reflexión en profundidad, que evidentemente no pretende agotar el tema, sobre esos años venideros.

Mi opinión es que el futuro de Catalunya (y en general de Europa) depende, en buena parte, de si somos capaces como sociedad de mirarnos y aceptarnos tal y como somos. O sea, una sociedad compleja, contradictoria, culturalmente diversa y cada vez más plurilingüe. Esta es una realidad que, a mi juicio, es rica y llena de potencialidades que deberíamos ser capaces de aprovechar.
Esa complejidad la ponen de manifiesto especialmente los catalanes (españoles, europeos, a gusto de cada cual) que en su día vinimos de otros lugares y, de forma mucho más evidente, nuestros hijos. Niños y niñas que en algunos casos tienen una fisonomía que rápidamente los delata (los rasgos distintivos y sus consecuencias de las que hablaba Najat el Hachmi) y otros que pasan más desapercibidos hasta que se sabe su nombre y/o, especialmente, uno de los apellidos o ambos.
La realidad (tozuda siempre) nos dice día tras día que las divisiones y clasificaciones en primer lugar ya no nos sirven para teorizar sobre nuestra sociedad actual. Tenemos que ir superando ya esa terminología que nos aprisiona y que nunca nos acaba de definir del todo. Inmigrantes, inmigrantes de segunda generación, choque de culturas, autóctonos, recién llegados, etcétera. Ninguno de esos conceptos, y otros muchos que se utilizan de forma reiterada, descifran la realidad que pretenden entender. Y se alejan especialmente de la realidad de los niños y niñas nacidos aquí e hijos de personas originarias de otros lugares, y que ya se sentían catalanas antes de asumir el difícil y apasionante rol de padres. Este es el caso, por ejemplo, de Najat el Hachmi y también el mío.
¿Qué puede hacerse, pues? En mi opinión, un primer paso que hay que dar, nada desdeñable, es aceptar esa realidad y asumirla. Mi trabajo de psicólogo y psicoterapeuta me ha enseñado que la aceptación de la realidad es el paso más importante y a menudo el más difícil para empezar a resolver el padecimiento psíquico que nos incomoda. Lo mismo pasa, y de forma mucho más acusada, con las sociedades. Analicen si no el discurso de la mayoría de partidos políticos (y ya no digamos ahora que se acercan las elecciones) y comprobarán las enormes resistencias que muestran a la hora de aceptar que la nuestra es una sociedad mestiza e identitariamente compleja.
Y que nadie me malinterprete. Esa realidad nos obliga a no bajar la guardia. Tal y como afirma el filósolfo Kwame Anthony Appiah, el respeto por la dignidad humana y la autonomía personal son más básicos que el amor cosmopolita por la variedad.
El reto no es solo enseñar a los niños que decir «moro de mierda» a los demás está mal. El reto, el más importante a mi parecer, es que esos niños, todos, vivan en una sociedad en la que el origen de los padres de algunos no sea un lastre del que se tengan que desprender o esconder.
Este origen tiene unas potencialidades que nos son necesarias como sociedad: los niños con una identidad múltiple (como por otra parte son todas las identidades), que ya desde la primera infancia viven con normalidad esta multiplicidad de lenguas, creencias, expresiones culturales, pueden estar mejor preparados para vivir en esta sociedad global del siglo XXI.
El sociólogo Manuel Castells distingue entre la «identidad resistencia» (posible salida de los actores sociales estigmatizados) y la «identidad proyecto» (actores sociales en busca de una identidad que redefina la sociedad). Una sociedad cerrada, reduccionista, discriminatoria, favorece que los niños susceptibles de ser estigmatizados enarbolen en un futuro la bandera de la resistencia y crean lo que algunos expertos definen como «identidad por antagonismo».
Aun así, la sociedad, como los individuos que la forman, está en permanente cambio. Y ningún cambio está exento de conflictos. Por lo tanto, lo más útil que podemos hacer por nuestros hijos es enseñarles que enfrentarse a las dificultades y resolver conflictos también les ayudará a ser más fuertes.
El origen, la orientación sexual, el peso, el tamaño, el fenotipo y un largo etcétera son motivos de exclusión social y de burla. El reto, por lo tanto, es doble: intentar combatir los prejuicios sociales (favoreciendo, como ya se ha dicho, la comprensión de la propia complejidad) y, a la vez, ayudar a nuestros hijos a no sucumbir al mal, al gran mal, a las heridas que van dejando en ellos cada experiencia de inferiorización y cada vivencia de exclusión".

Said El Kadaoui Moussaoui. Psicólogo