domingo, noviembre 25

Mal de piedras. Recomendable lectura

    Confieso mi recelo inicial ante el estrépito montado en torno a una obra tan delicada, inquietante y silenciosa como Mal de piedras, y no he podido evitar compararlo con la relativa indiferencia con que ha sido acogida la primera novela de la española Cristina Grande Naturaleza infiel, con la que comparte planteamientos en torno a un grupo familiar, sensibilidad, percepción psicológica y finura estilística. Ambas novelas nos seducen desde la primera página. 
    Uno de los aciertos de Agus ha sido elegir a una narradora joven que narra hechos que no necesariamente ha vivido y que por lo tanto puede contar con cierto distanciamiento sin dejar de identificarse. De ahí la sutileza en la estructura, en las relaciones psicológicas y en la voces sin estridencias, a pesar de que la novela gira en torno a algo tan escurridizo y “pasado de moda” como la felicidad, el amor y la locura.

miércoles, noviembre 14

Vestir a mi madre


Un día sucede, sin aviso,
Que te agachas definitivamente
A ras del suelo,
Que tocas sus pies y los descalzas,
Que comienzas a mirarla desde abajo
Sin verle los ojos,
Comienzas a vestirla y ella se deja
Apoyando sus manos en tus hombros.
Y no sucede nada más,
Sin embargo, tú percibes su derrota
Y comienzas a amarla de otro modo,
Vencida tú también, ambas vencidas,
Y el tiempo comienza la cuenta atrás.

AUTORA: Begoña Abad. Poemario El techo de los árboles.

viernes, noviembre 2

Epílogo de mi libro Maletas de cartón.

 Recordando la noche de Todos los Santos, hace dos años, en casa de Micaela y Pedro. Momentos inolvidables. 

Mes de noviembre. Final del trayecto. Han sido meses de un viaje cuyo recorrido me ha llevado a escenarios e historias con las que crecí. Ha sido un reencuentro con multitud de vivencias, no exactamente olvidadas, sino veladas, ocultas por el paso inexorable del tiempo. Adentrarse en la memoria, es como encontrarse ante los hilos de un ovillo que necesita ser desenredado para crear una labor. Hay que proponérselo, tener la determinación suficiente para no perder el interés que te ha llevado a esa tarea y poner todo el empeño en conseguir romper la maraña. Creo que esta imagen se parece bastante al trabajo que he venido realizando durante este año, ya a punto de finalizar.