A caballo,
En la inquieta mariposa
Que descansa en mis sueños
Cruzo montañas y praderas,
Desiertos, mares y cielos,
Volando hacia ti.
En su aleteo me da el aliento,
Por su velocidad ancha, mi tiempo,
Su serenidad duerme los mundos,
Con su belleza anula al sol.
Dos brazos extendidos
Forman el sendero,
Dos fuentes rosas
Sacian mi sed,
Dos mares de néctar,
Dos grandes zafiros,
Acogiéndome en su seno
Iluminan mi ilusión,
Cristalizan mi vida,
Hacen inmenso mi amor.
(Mar. Junio-1970)
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