Quiero escribir y no sé qué.
El sabor amargo vuelve a mi boca
y el sueño a mis ojos,
¿dónde estás cuando tanto te necesito?
He hablado contigo
y tu voz me ha ahogado,
mi locura se abre
como labios sedientos,
acariciados por la lengua roja,
y tú...¿dónde estás, cuando tanto te necesito?
Se fue el sol, y en la soledad
creí ver la noche,
pero no era,
pues si aquello fuese oscuridad,
¿dónde estoy ahora?
¿La luna, las estrellas, el norte?,
también hay tormentas
en la noche, con relámpagos aterradores,
¿para qué buscar la luz...?
(Mar. Alicante, 1987)
No hay comentarios:
Publicar un comentario