miércoles, julio 14

Una educación, o la lucha por encontrar el propio camino


Nacida en las montañas de Idaho, Tara Westover ha crecido en armonía con una naturaleza grandiosa y doblegada a las leyes que establece su padre, un mormón fundamentalista convencido de que el final del mundo es inminente. Ni Tara ni sus hermanos van a la escuela o acuden al médico cuando enferman. Todos trabajan con el padre, y su madre es curandera y única partera de la zona.


Esta es una lectura que me ha enganchado desde la primera página, pero que al mismo tiempo me ponía de mal humor. El personaje del padre de familia, un "loco" fundamentalista (creo que más lo primero que lo segundo) que mantiene a toda su familia en un clima de terror, provocado por su trastorno, según parece bipolar, pero que en todo caso se trataba de un maniaco, paranoico, seguro de que su percepción de la realidad era la única posible.