domingo, febrero 19

Eso de "aquí y ahora..."

Un día más entro en el vestuario. El frío es intenso estos días y me coloco dos calcetines… bueno, quiero decir, uno encima del otro, porque dos calcetines es normal que nos pongamos todos. Aunque mi hijo Pablo, por ejemplo, se los suele poner de colores diferentes. Pero vaya, es que él está un poco loco.
Pues como decía… Me preparo para entrar en mi clase de Pilates, como cada lunes y miércoles. Mientras esperamos, comento con una compañera que eso de hacer ejercicio siempre exige forzar nuestra naturaleza, que en general es muy vaga para todo, y especialmente para eso de darle una paliza la musculatura. 
Ella es una mujer norteeuropea , de un país de esos en que hace frio, pero frio,  frio; y no como aquí,  que nos asustamos en cuanto el mercurio se acerca al cero, y armamos un tremendo jaleo con las alertas de todos los colores.  Me da la razón. Hay que tener disciplina, me dice.
Entro en la sala y busco una colchoneta donde colocarme. ¡Qué fastidio! Hoy nos toca el aro. No me gusta, pienso. Debe de ser porque salgo machacada. En el fondo no es del agrado de ninguna, aunque pocas se atreven a decir lo que piensan.  Nos tumbamos, mientras suena una música de fondo, pensada para crear un ambiente propicio, para que nos ayude a estar tranquilas. Pero hoy,  al tiempo que coloco mis manos sobre mis costillas, no logro desconectar.
 El frio no me deja centrarme en el aquí y ahora. Aquí hace falta un poco más de calefacción, me digo a mí misma. Esta chica, la profe, se piensa que está en Canadá, sigo pensando, porque no consigo ejecutar mis respiraciones correctamente. ¡Qué bien estaría yo ahora en mi camita, o sentada en el sofá, la mesa camilla y el brasero… Mmmmm  qué calentito… Cuando llegue a casa tengo que preparar la comida, pero hoy no pienso cocinar mucho. Pongo en la olla de lentejas con calabaza, puerro, zanahorias, patatas, tomate, pimiento, su cabeza de ajos, su hoja de laurel…  en fin, todos sus avíos, como se dice por aquí, y lo dejo cocer, mientras me dedico a otros menesteres. 
Por cierto, que ya le va haciendo falta un repasito a los cristales, que casi no veo a la vecina de enfrente… ¡Vaya rollo! ¡Ah!, y tengo que llamar a mi hijo, que casi se me ha olvidado su voz. ¡Se podrán quejar! Si no los llamo, ellos, ni caso, a lo suyo. Pero bueno, menos mal que están bien, y que siga la racha, aunque lo del trabajo no acaba de resolverse y eso si me preocupa un poco. ¿Cuánto va a durar todo esto de la crisis…?  La voz de la profe me saca de mi momento preocupación. Uffff… tengo que incorporarme, coger el aro, situarlo entre las dos rodillas, levantar las piernas y ¡halaaaaa!, a trabajar abdominales…
Bueno, todo sea por conseguir un cuerpo diez. Menos mal que dentro de nada estaré divina de la muerte.     

7 comentarios:

  1. Me he reído una "jartá".Y es que a mí me pasa lo mismito.Me dicen que me apunte a yoga ,porque aprenderé a centrarme en cada músculo, es decir a Vivir el Presente,, que es de lo que se trata ¿no?.Se nos van pasando los días, las horas; en fin la Vida si darnos cuenta.Pasan los amaneceres maravillosos,y yo dormida; la policromía de la primavera y yo ciega ordenando la ropa de invierno.¡Qué dispersión de mente¡ ¡Venga , a aprender a disfrutar del momento¡Mientras tanto, lo intento haciendo kilómetros ,andando con la radio en la oreja.Así "la loca de la casa, como diría tu tocaya Sta Teresa está sujeta.Un abrazo y no me seas remolona.¡A sudar un poco¡Juanita

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  2. ¡Esta Genial! Mi hija hace pilates y me dice que me apunte. Yo, ni loca, a mí eso de los horarios, después de más de treinta años trabajando, como que no. ¡Qué pereza! como dices, los días del crudo invierno tener que salir por una obligación impuesta además por mí misma jajaja. Ya subo a la bici estática de casa de vez en cuando, que también cuesta. Los paseos son los que nunca tendríamos que hacer pereza.

    Besos Teresa... y que te sea leve.

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  3. Ja, ja!!!, como mola tu entrada amiga, es genial tu sentido del humor.
    Así somos la mayoría..., qué cabezotas pensantes, no las dejamos reposar ni un minuto, ni dormidaassssssssssssssss.
    Por cierto las lentejas tienen una pinta..., tenemos que grabar un vídeo de las tuyas para que lo cuelgues.
    Un abrazo gigante y ánimo!!!, que ya mismo está aquí la "plimavera"

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  4. ¡Estupendo escrito!. Me he reído mucho, puedo asegurar que cuando lo leía estaba en el aquí-ahora, sin pestañear, aunque claro en otros temas no resulta fácil.
    Un saludo cordial Teresa

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  5. Gracias amigas. Tendré que desempolvar mi sentido del humor y algo de esa comicidad que me dejó en herencia mi santa madre.

    Un beso

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  6. ¡Estoy de acuerdo!, porque estamos muy faltas de sentido del humor.
    La risa debería ser algo obligatorio en la vida diaria de los seres humanos (igual que comer o dormir)
    Me lo he pasado muy bien leyéndote Teresa.
    Sería muy very que nos regalaras escritos en esta línea de cuando en cuando.
    Un abrazo

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  7. http://findesemana.libertaddigital.com/cuanta-mas-grasa-mejor-se-pasa-1276237715.html

    SOY YO

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