viernes, febrero 17

Meryl Streep: Felicidades a una grande del cine

Nada en esa Meryl Streep sentada en animada conversación haría sospechar que es una de las actrices mejor consideradas en el panorama internacional y que está a punto de pisar -una vez más- la alfombra roja del Kodak Theatre de Los Ángeles para quizá (una duda que salvo sorpresas se confirmará) recoger el tercer Oscar de su carrera. Esta vez por la interpretación de otra mujer fuerte, la mujer de hierro por excelencia: Margaret Thatcher.
Para alguien como la Streep, que no oculta sus ideas políticas progresistas, no debió ser fácil meterse en la piel de la política conservadora a ultranza. Pero viéndola cargar con el papel de la primera mujer que llegó al cargo de Prime Minister en el Reino Unido es fácil encontrar los puntos en común. Y no será quizá el de menos importancia el hecho de que la Thatcher tuviera que recibir clases de interpretación para adecuar el tono de voz y el lenguaje gestual a lo que se esperaba de una líder mundial.

Un reto pero quizá no tan grande para esta mujer que desde sus lejanos comienzos en la injustamente olvidada 'Julia' (breve aparición que la puso al lado de Vanessa Redgrave y Jane Fonda) ha sido de todo: una joven madre que quería ser algo más ('Kramer contra Kramer'), un ama de casa aburrida ('Los puentes de Madison') , una madre alocada y ex hippy ('Mamma Mia!'), una tiránica periodista de moda ('El diablo viste de Prada'), una Señora Dalloway del siglo XX ('Las horas', quizá uno de sus papeles más complejos y bien llevados que le valió un Oso de Plata en Berlín) pasando por su inolvidable interpretación de Karen Blixen ('Memorias de África') . Para ser solo una "chica que espera que le saquen a bailar" (como dijo en su reciente visita a San Sebastian, donde recibió el premio de honor del festival, en referencia a su nulo control sobre los guiones que recibe al no tener parte en la producción de los filmes) ha tenido mucha suerte con las propuestas. Suerte e inteligencia para saber qué historias le llevarían al lugar que ocupa, respetada por la crítica (con su último papel ha encandilado a los de uno y otro lado del océano) y adorada por amplios sectores del público.

La carrera de Meryl Streep en el cine se podría contar en clave deportiva pues tiene todos los récords: el de nominaciones a los Oscar (18, de los que ha conseguido 2) el de Globos de Oro (26, de los que ha conseguido 8, otro récord) y el de los Bafta con 13.

Puede que la empatía con sus personajes sea su gran baza. O el amparo tutelar de sus actrices favoritas: Carole Lombard, Katharine Hepburn, Bette Davis o Barbara Stanwyck, siempre mujeres fuertes dispuestas a todo por ser ellas mismas. Al menos al otro lado de la cámara. A este, su 'pupila' demuestra inteligencia y sentido del humor. Dos cosas que siempre ayudan.

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