lunes, diciembre 28

El verano sin hombres: una novela nada convencional

 

Cuando Boris lzcovich dijo la palabra «pausa», Mia Fredricksen, de cincuenta y cinco años, que llevaba casada treinta con Boris, enloqueció. Porque lo que deseaba su marido era una pausa en su matrimonio, después de treinta años sin adulterios por parte de ninguna de las partes -aunque parezca increíble-, una hija encantadora que iniciaba su carrera de actriz y una relación entre ellos que había ido evolucionando desde el ardor guerrero de los primeros tiempos a la simbiosis casi telepática de los últimos. Hay que decir que la «pausa» de Boris es francesa, compañera de trabajo en el laboratorio -ambos son neurocientíficos-, joven y con buenas tetas. Pero la locura de Mia no fue más que una breve psicosis reactiva, y a la semana y media la dejaron marchar de la clínica donde había sido internada. Y éstos son los prolegómenos del verano en que Mia regresa a Sonden, la ciudad de su infancia, donde aún vive su madre en una residencia para ancianas activas e independientes.

jueves, diciembre 10

El tiempo: Una autobiografía colectiva

 “Escribo para salvar aquello que nunca volverá a ser”, asegura quien es una auténtica maestra de la primera persona, quien desde la reflexión sobre sí misma consigue devolver el reflejo de todos los aspectos de la sociedad en que ha vivido. Ampliamente reconocida en Francia y considerada un referente por autores como Emmanuel Carrère, Virginie Despentes o Édouard Louis, la obra literaria de Annie Ernaux (Normandía, 1940) es un mapa que recorre, desde las propias experiencias y el pensamiento íntimo, una memoria colectiva en la que se mezclan derechos sociales, feminismo, lucha de clases y todo aquello que compone la vida, como el amor la enfermedad y la muerte.