miércoles, diciembre 2

Sueños en el umbral: la mirada y la voz de una niña sobre su cultura

Ya hace algunos años, supongo que más de veinte, que cayó en mis manos este hermoso libro de Fátima Mernissi (Fez, 1940).  Lo trabajé en mis clases,  para ilustrar algunos temas académicos, pero que yo quería bajarlos al terreno de las experiencias más cercanas. Especialmente quería cuestionar la idea generalizada y estereotipada del encierro de las mujeres, como algo empobrecedor. Y esta historia me sirvió para pensar en cómo los encierros pueden ser simbólicos, o reales. Y cómo a veces los reales son más creativos y ricos que algunos de los que vivimos muchas mujeres occidentales.
Como hace tanto tiempo de esto, no podría recordar detalles de esta lectura, por eso, prefiero compartir esta síntesis, que me ha parecido muy interesante.  
Comentario crítico de Adolfo Torrecilla
Fátima Mernissi, es una escritora y profesora marroquí, autora de importantes ensayos sobre la mujer en el mundo árabe, reconstruye en esta novela autobiográfica gran parte de su infancia, transcurrida en el harén de su padre, en la ciudad marroquí de Fez. Lo primero que intenta la autora es desmontar la idea que persiste en Occidente de lo que es un harén: una cosa son los harenes imperiales, que desaparecieron a finales del siglo XIX, y otra los domésticos, que son los que se han mantenido y que la autora quiere explicar, sobre todo para eliminar esa impresión del harén como escuela de placeres.
Varias generaciones conviven en el harén de Fátima, pero en él hay dos mundos diferenciados. Por un lado, el de los hombres, con su libertad, sus preocupaciones políticas y sus aficiones; por otro, el mundo de las mujeres y de los niños, sometido a normas e imposiciones y donde el concepto de frontera impone lo que se debe hacer o no: "Mi padre decía que la frontera protegía la identidad cultural y que si las mujeres empezaban a imitar a las europeas vistiendo de forma provocativa, fumando cigarrillos y andando por ahí con la cabeza al aire, sólo quedaría una cultura. La nuestra desaparecería". El padre de Fátima era un terrateniente rico, nacionalista, casado con una sola mujer, pero defensor de la tradición. Su abuela y su madre desean, sin embargo, una vida distinta para Fátima, una educación que la permita abandonar el harén. El personaje de la madre es el más audaz y el más crítico con un sistema de vida anacrónico. Protesta: "¿Quién se beneficia de un harén? ¿Qué bien puedo hacer yo por nuestro país, prisionera en este patio? ¿Por qué se nos priva de la educación? ¿Quién creó el harén y por qué? ¿Puede explicármelo alguien?".
La autora analiza el papel de la mujer en el mundo árabe. Pero aunque critica muchas de sus tradiciones, no lo hace con acritud. Su visión del pasado es positiva, pues las mujeres, a pesar de vivir en unas condiciones muy limitadas, conseguían superar las dificultades alimentando una fuerte vida interior.
Fátima Mernissi ha escrito un texto lírico en el que presenta la vida cotidiana de una niña en un harén, con la constante compañía de otras muchas mujeres que la van enseñando tantas cosas de la vida. El estilo es sugerente y poético. Además, la autora ha sabido ceñirse al punto de vista de la niña, sorprendida de todo. Sueños en el umbral es un relato con gran poder evocativo, que recuerda a las leyendas de Las mil y una noches.


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