lunes, junio 22

La ola es el mar, o la espiritualidad mística


Que los místicos van más adelante y más allá de las religiones es algo que aprendí hace tiempo. Recuerdo hace más de veiente años  las reuniones de contemplativos de diversas confesiones orientales y occidentales que se celebraban en la abadía italiana de Praglia para  meditar juntos en vez de discutir de teología. Ahora anda por aquí impartiendo conferencia el benedictino exlaustrado  Willigis Jäger, cuyos libros siempre me han interesado mucho. En la línea de Antonio Blay y Anthony de Mello defiende la unidad del todo y la revolución del futuro viene de la experiencia mística. Anunque él ha practicado sobre todo el Zen, es pues condiscípulo del jesuita Enomiya Lasalle, considerado maestro zen por los propios japoneses, y de Ana María Schlütter, una religiosa que tiene un zendo cerca de Guadalajara.
Por ejemplo en su libro La ola es el mar niega que el simple cumplir los mandamientos coduzca a la experiencia de lo divino:  “Aunque la ética cristiana diga que si te comportas bien verás a Dios, en realidad no resulta tan sencillo. Los mandamientos morales pueden ser una ayuda en el camino interior, pero no constituyen una garantía para la experiencia mística. Al contrario, siempre llevan el peligro, para la persona, de vincularse  demasiado a la disciplina moral y a la ascética, y de quedarse apegada a su “yo”. Porque es el “yo” el que quiere ser moral, esperando alcanzar de esta manera el cielo”.
Cuenta :”Siiendo niño hice una experiencia mística y entré en un espacio más allá de lo que el cura dijo. Esta experiencia se repitió pero no he podido encontrar en la Iglesia católica nadie que pudiese acompañarme en esto. Debido a mi profesión dentro de la Iglesia he tenido que viajar mucho y encontré a un maestro zen en Japón. Comencé un curso con él y me di cuenta que explicaba justo lo que yo he experimentado y reconocí que el zen es un camino hacia esta experiencia, pero también me di cuenta de que la mística cristiana dice lo mismo. Y si San Juan de la Cruz dice “entré sin saber a donde”, entonces entré justo en este espacio. Y si Santa Teresa de Jesús dice que “el río entra en el mar”, entonces no puedo distinguir las dos aguas, lo personal y lo no personal se encuentran.
Representa una espiritualidad transconfesional que da respuesta a las preguntas apremiantes de los buscadores espirituales del siglo XXI. Como benedictino y maestro zen está inspirado tanto por la mística cristiana como por el zen oriental, y al mismo tiempo va mucho más allá de los conceptos tradicionales de las religiones. Su visión de una espiritualidad integrativa reúne en si el gran tesoro de la experiencia de la sabiduría oriental y occidental, a la vez que abarca los conocimientos más recientes de las ciencias. Desde el 2003 es director espiritual del Benediktushof en Holzkirchen (Alemania) y cofundador del Sonnenhof en la Selva Negra.
Hay varias entrevistas con él colgadas en la red. Reproduzco aquí la de Javier Morán con motivo de la conferencia pronunciada recientemente en Gijón.
Willigis Jäger Teólogo benedictino y maestro zen
Con un gran número de seguidores tras sus conocimientos sobre mística de las religiones, el alemán Willigis Jäger habló ayer en el Ateneo Jovellanos de Gijón sobre «La irrupción a nuestro ser verdadero». Monje benedictino, maestro zen y maestro de contemplación, abarrotó el aula.
- ¿A qué monasterio benedictino pertenece usted?
– Vivo fuera del monasterio porque estoy exclaustrado. Benedicto XVI, cuando aún no era Papa, sino en su anterior puesto en la Congregación para la Doctrina de la Fe,(nombre que sustituye al de la antigua Inquisición), bajo el nombre de Ratzinger, me prohibió hablar en público.
- ¿Por qué? 
– Pensó que yo ya no interpretaba correctamente el catolicismo.
- ¿Se defendió usted?
– Le escribí una carta diciéndole que no iba a hacerle caso por motivo de conciencia y por motivos pastorales.
- ¿Por qué un benedictino acude a la espiritualidad oriental?
– En la Iglesia católica no se enseñó la oración contemplativa y aún hoy día sigue habiendo dificultades con esa enseñanza.
- ¿Conoció al jesuita Anthony de Mello, también amonestado por la Santa Sede?
– Parecido problema al mío.
- Le acusaron de panteísta.
– A mí me acusan de monista, pero lo que yo enseño no tiene nada que ver con ello.
- ¿Es compatible la espiritualidad oriental con el credo católico?
– Existe una espiritualidad transconfesional y a ésa me dedico. Pero eso no significa que yo tenga que dejar la confesión católica.
- El teólogo Rahner decía que el siglo XXI, o es místico, o no será nada.
- Yo también creo eso, porque, o bien hacemos experiencias en el espacio transpersonal, o no vamos a poder sobrevivir como especie humana.
- ¿Qué significa experiencia transpersonal?
– Nuestra personalidad es un logro de la evolución, pero al mismo tiempo significa una limitación. Nuestra conciencia tiene que ampliarse. Nos hemos desarrollado desde una conciencia prehomínida y de allí evolucionamos hacia una conciencia mágica, luego mítica, luego mental racional, pero no podemos quedarnos ahí.
- ¿Qué es ese ahí?
– Provenimos de un paraíso en el que alguna vez nos sentimos en una unidad simbiótica con la naturaleza, y lo que llamamos pecado original no es otra cosa que el haber desarrollado la conciencia individual fuera de esa simbiosis. Pero, apenas salimos de ella y pudimos decir tú y yo, empezó a matar Caín a Abel. Desde entonces nuestra especie no ha hecho otra cosa que matarse mutuamente y eso se ha agravado muchísimo. Hemos llegado a un punto donde no sabemos cómo va a seguir esto. En el siglo pasado se mataron mutuamente cien millones de personas y ninguna moral surtió efecto.
- ¿Por qué?
– Esas frases de «debes hacer», o «tienes que», no han hecho adelantar a nuestra especie humana para nada. Los grandes profesores y sacerdotes del mundo fueron un fracaso en este sentido. No estoy en contra de los profesores o de los sacerdotes, pero sus enseñanzas no han ayudado a los hombres.
- ¿Alternativas?
– Tenemos en nuestro interior posibilidades para comprender la realidad de un modo que no puede abordarse con la razón. Nuestra conciencia personal supone un gran logro de la evolución, pero al mismo tiempo supone una limitación. Caer en la cuenta de esa limitación es esencial para nuestra especie.
- ¿Cuál es esa limitación?
– Creemos que la conciencia del «yo» supone la única posibilidad de comprender. Pero eso es igual de tonto que cuando creíamos en el pasado que la Tierra era el centro del universo. Con esa concepción nos hemos orientado hacia un gran egocentrismo, que es la fuente de todos los males que conocemos en el mundo. El egocentrismo nos ha llevado al borde de la desaparición.
- ¿Cómo superarlo?
– Para salir de esa limitación hay que entrar en el nivel de la unidad. Entonces vemos que somos uno con todo y que sólo existe uno. Una red de pescador consiste en muchas mallas y una malla sola no tiene sentido. Cada uno tiene sentido en la totalidad.
- Pero algunas religiones ya predican el amor al prójimo.
– Las religiones predican el amor y dicen «debes amar a tu prójimo igual que a ti mismo», pero no nos han ayudado las religiones para dar ni un paso hacia adelante. Decimos «mi religión», «mi confesión»… Y los que no estaban de acuerdo fueron quemados. Eso sigue igual en el presente: sunnitas y chiitas, judíos y musulmanes, fundamentalistas en la Iglesia católica. Todos dicen «yo, yo, yo…». Todos los problemas del mundo resultan de ese egocentrismo.
- ¿Nada han contribuido las religiones?
– Sólo cambiaremos si entramos en un nivel nuevo de conciencia, en el espacio transpersonal. Superar las limitaciones del yo es algo que la mística de Oriente y de Occidente siempre han sabido hacer, pero se puede hacer en las religiones y también fuera de las religiones. La mayoría de las personas buscan fuera de sus religiones.
- Las religiones también han evolucionado.
– Las reformas en las religiones han sido como cambiar los muebles de un mismo piso. Lo hemos hecho muchas veces y no ha servido de nada. Lo que tenemos que hacer es subir un piso más arriba en la experiencia de lo religioso.
- ¿Qué hay en ese piso?
– Un nuevo nivel de la conciencia. Se trata de ser más plenamente humano. Hay que preguntarse qué sentido tienen esos pocos decenios de mi vida en un universo de miles de millones de años. Ese sentido es que debo ser plenamente ser humano, y ahora lo voy a decir en la manera cristiana: Dios quiere ser persona en mí, tal como soy en este momento, con esta figura que tengo. Es el único motivo por el que existimos. Por eso bailo esa danza de la vida, pero no soy yo el que está bailando, sino que estoy bailado. Dios se baila a sí mismo en mí. El maestro Eckart dice que Dios se saborea a sí mismo en las cosas. Ése es el motivo de mi existencia.
- ¿Y lo transpersonal?
– Yo tengo una importancia sin igual. Por eso dice Eckart que si no estuviera yo, Dios no sería. Por eso tengo un significado único con mi vida, con esos pocos decenios en medio del universo. Mi ser verdadero no es la conciencia del yo, sino algo que no nace y no muere. Lo que soy en lo más intimo es algo que seguirá cuando mi cuerpo físico haya muerto. Y no soy el único que está bailando, sino que bailan conmigo muchas personas, que tienen la misma importancia que yo. Cuando experimento esto, mis actuaciones serán diferentes.
- ¿Cómo se hace uno místico?
– La mística es una forma de oración, un camino de oración. Existen diferentes formas de oración y la mística es uno de esos caminos. Y muchos cristianos llegan a una frontera con su oración verbal dirigida hacia un Dios personal y entonces entran en una nueva forma de oración, y esa oración es una nueva experiencia de lo que llamamos Dios.
- Esa oración, ¿es la contemplación?
– Eso es lo que la tradición llama oración contemplativa, y lo conocemos de Santa Teresa de Jesús, de San Juan de la Cruz, de Francisco de Osuna… Hay un camino donde se enseña esa religión mística. Todas las religiones conocen dos formas de oración, una esotérica y otra exotérica. Las religiones, como el budismo, cristianismo, judaísmo, hinduismo e islamismo, tiene sus sagradas escrituras, sus dogmas, ritos, liturgias y esa forma de religiosidad se reza de forma exotérica. «Exoteros», en griego, quiere decir «desde fuera», y el rezo verbal o meditar sobre un texto serían la oración exotérica. En esa forma lo que hago es activar mis potencias psíquicas, como intuiciones, pensamiento…
- ¿Y la oración esotérica?
– Todas las religiones también tienen una forma esotérica de oración. El budismo ha desarrollado las formas del zen y del Vipassana; el hinduismo ha desarrollado las diferentes formas del yoga; en el islamismo conocemos el sufismo, y en el cristianismo tenemos la mística, que también es la contemplación. «Esoteros» significa «desde dentro» y en la forma de oración esotérica hago lo contrario: voy sosegando toda actividad mental, intento sosegar las potencias psíquicas, como memoria, voluntad y entendimiento, para que pueda irrumpir lo que está detrás de ello.
- ¿Por qué se perdió en el catolicismo la contemplación?
– La Iglesia católica dice que esa forma de oración contemplativa es una oración privada y no le gusta. Quiere que todos tengan la misma práctica que la Iglesia ha fijado. Todas la religiones teístas, como el Cristianismo, el Islam y el Judaísmo, tienen problemas con lo que es la mística.
- ¿Miedo a que la persona entre en contacto directo con Dios?
– La institución de la Iglesia teme perder el control.
FUENTE: http://blogs.21rs.es/lamet/2009

5 comentarios:

  1. Hola Teresa
    Sin entrar a valorar la salud mental del personaje, este Sr.además de Hereje, es un cuentista.
    Otro “teólogo social”, en la nueva ola/marea del "coaching manporrero", vendiendo humo para paliar los destrozos anímicos y vitales de una sociedad en caída libre.
    Penoso. Otro maestro ciruela. ¡qué nivel Maribel!
    No entro en detalles pero la entrevista es una serie de medias verdades, inexactitudes, lugares comunes y el algunos casos trolas monumentales.
    No vale la pena perder el tiempo con estos personajes ….. lo que daría por conocer su situación económica. (la verdadera, claro).

    SOY YO
    Pdta. Feliz noche de San Juan!!!

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    1. Igualmente, aquí San Juan no se celebra. Los gaditanos de Cádiz sí, pero en Jerez nada de nada.

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  2. Hola Teresa y Soy yo,¡¡ menuda inaguración estival .¡¡¡
    Mis quehaceres cotidianos, simples y sencillos, pero que tienen muy ocupada a esta jubileta, me tenían distraída de toda clase de redes.Cojo vacaciones en algunas, me reintegro a mis amistades y ....me encuentro esta entrada hoy.
    ¡¡¡Lo he tenido que leer varias veces¡¡Es demasiado para mí.Muchos conceptos desconocidos, aunque conozca ese argot lingüístico, ..... demasiado elevados para mí.Claro que , hablando de mística ....es lo normal; elevarse, en todas las acepciones del término.
    Vamos, como se ve, siempre fui más Marta que María, que era la contemplativa.Nunca me gustaban los místicos, las clausuras, la quietud...Aquello de Sta Teresa: Vivo sin vivir en mí//y tan alta vida espero// que muero porque no muero...
    me parecía de freakys, del inglés freak,que ahora que lo estoy aprendiendo ( ala, toma ya¡¡¡otra freaky)siempre hubo de esta especie; extraños, fanáticos, extravagantes.....y yo me pregunto ahora¿ en el fondo no tenemos todos unos momentos friki donde nos alejamos de la vida que nos mandan seguir como borreguitos?
    Las experiencias mística para los más terrenales como yo, más racionales, era equiparable a como si a un ciego de nacimiento le quieres explicar el concepto del color.
    Pero he dicho ERA. .Ahora , como soy más mayor, me he vuelto rebelde, rupturista ...pero mucho más tolerante con todo lo que me cuentan y con todas las frikadas.Tengo una amiga budista, bueno me he enterado hace poco....Es la persona más maravillosa e inteligente que te puedas imaginar.Se pasa dos horas diariamente meditando, haciendo yoga ella soliuca en casa.Le pregunté un día que cómo meditaba y me dijo que repitiendo mantras.Y ahí tuve que tragarme el sapo de la racionalidad.Seguro que existe un nivel" elevado", de saber salir de lo terrenal, que yo no he logrado nunca.Seguro que seré también una hereje.Desde que me hice "mayor de edad", me hice a-religiosa.Para mí cada religión ata,controla,constriñe; solo se ocupa de sus propias liturgias; te permite o no te permite.Quiero ser libre de permitirme yo la vida que deseo o no permitirla.Ya crecí y ya no le echaré la responsabilidad a nadie.Sin religión solo me queda la espíritualidad, que es algo más auténtico ....y quizá algo más duro.¡¡¡Porque anda que no cuesta ser libre con los demás y con uno mismo y dejarlos libres¡¡¡Vive y deja Vivir.
    Ahora quiero aprender a entrar en contacto consciente y directo con mi yo, que es el templo de cualquier Dios, deidad.......como cada uno lo entienda.
    Un abrazo y saludos a los dos.Juanita

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  3. Pues con tu permiso mi recomendacion.
    No hace falta irse muy lejos.
    Libro muy recomendable para quien busca la oracion y la espiritualidad.
    https://es.wikipedia.org/wiki/El_peregrino_ruso
    Saludos
    SOY YO

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