domingo, mayo 9



Año 1968. Tenía yo 17.  Esta canción es una de las más hermosas canciones de amor que conozco y con ella se puede decir que aprendí un nuevo idioma: el catalán, puesto que estaba recién llegada de Andalucía a Barcelona. Pero lo más importante es que impactó en mi sensibilidad de adolescente, abierta a nuevos sentimientos y experiencias. Luego... vendrían tantos y tantos discos, aunque yo tardé algún tiempo en poder escharlo a mis anchas, porque entonces la música era un artículo de lujo.



Pasados unos años, volvió a emocionarme con este maravilloso disco y otros tantos como Mediterráneo, o el que dedicó a los poetas Machado y Miguel Hernández y tantos... Un poeta moderno, un letrista fantástico que se supo rodear de grandes músicos y que permanecerá siempre en mi memoria sentimental.

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