Mayte Martín: "Si no eres un producto, no interesas a las discográficas"
La cantaora y compositora catalana se desvincula de la industria musical y editará su próximo disco de boleros
Albert Domènech
La Vanguardia 10/05/2012
La Vanguardia 10/05/2012
.
-Lo suyo es lo más parecido a un salto mortal sin red. Ahora que la palabra crisis está en boca de todos, y más en el sector musical, usted decide empezar un proyecto desvinculada de cualquier discográfica. ¿Qué la ha impulsado a tomar esta decisión?
-Estoy un poco decepcionada con el funcionamiento de la industria musical. Creo que para entrar en su engranaje tienes que ser un producto en vez de ser un artista y, para mí, son conceptos muy diferenciados. Un artista es alguien que tiene brotes creativos en un momento determinado y los pone al acceso de la gente. Y un producto es alguien que tiene una voz y que se pone al servicio de una discográfica, para que le diga qué tiene que hacer, cuándo y cómo. En este momento, veo que lo único que tiene cabida en la industria musical son los productos. Así que de este tren me bajo, porque no lo he sido ni lo voy a ser nunca. Si no entras en este juego, ellos nunca invierten en ti ni te hacen caso.
-¿Nunca antes nadie la ha hecho sentir como un producto?
-No. Jamás me he sentido un producto, por eso estoy aquí haciendo esto. He sabido que nunca sería un producto, pero también que ellos jamás intentarían que lo fuera. Llega un momento en el que la industria sabe a quién puede pedirle determinadas cosas y quién no se va a apuntar nunca a este circo. Lo que sí he visto claro y me ha decepcionado es ver que, si no eres un producto, no interesas a las discográficas. Si ni intereso, ni a mí me conviene la forma de funcionar que tienen, ¿para qué voy a estar? Lo que he buscado es el contacto y la complicidad directa con el público.
-¿Se ha asesorado o ha pedido consejo a otros artistas a la hora de decidirse por la vía del mecenazgo?
-No. Sencillamente porque otros artistas que han adoptado este sistema son gente que no han pasado antes por multinacionales u otras discográficas. Yo estoy haciendo el proceso a la inversa. Ya he estado en multinacionales, en discográficas independientes, y ahora he decidido que nada de todo eso me interesa. Yo no intereso, y ellos no me interesan a mí. Lo decido porque una cosa es el arte y otra cosa es el negocio, y pienso que el arte no puede ser nunca un negocio. El negocio son los productos, como el chorizo. Un artista no lo puede ser nunca, está ahí para crear cuando tiene algo que decir o comunicar al público. No te pueden marcar los tiempos.
-¿Alguien de su entorno la ha intentado convencer para que no diera este paso?
-No. Todo el mundo me conoce y aprecia mi sentido de la libertad y la honestidad. Si quería ser honesta conmigo misma tenía que dar este paso.
-A la hora de cerrar esta entrevista había recaudado 10.500 euros de los 26.500 que necesita para editar el disco. ¿Se esperaba estas cifras?
-No me esperaba nada. Me he tirado a la piscina sin saber si había agua y he abierto la puerta sin saber qué había detrás. Lo que estaba claro es que tenía que dar este paso porque no era feliz donde estaba. Lo que he hecho ha sido poner mi futuro artístico en manos de mi público. No sé cómo responderá la gente, todavía lo estoy viendo.
-Hay ya casi 200 personas que han comprado su disco sin que se haya grabado. A eso le llamo yo confianza ciega en su música.
-Efectivamente. Veo que hay gente que responde muy bien, y estoy contenta. Lo que pasa es que no quiero que esta iniciativa se quede solo en este proyecto concreto, sino que quiero que sea el principio de una etapa de mi carrera y de una nueva forma de funcionar. Este es el disco más barato que se puede hacer porque es un disco hecho en directo, que no requiere de días de estudio o de trabajo continuado con otros músicos.
-¿Se había llegado a desilusionar?
-Sí, mucho. Sobre todo después de toparme todos los días de frente con todo lo feo.
-¿Afectó a su trabajo?
-A nivel productivo, pero no a nivel creativo. He seguido creando y tengo muchos proyectos metidos en un cajón. Me ha afectado a la hora de querer compartir eso y grabar discos. ¿Para qué incluir algo que sabes que no será tratado como se merece? Esto era lo que a mí me inquietaba y me tenía sin ganas de producir.
-Para esta nueva etapa vuelve a enrolarse al género del bolero. ¿La elección es significativa?
-No. La elección del género del bolero tiene que ver con que estoy en un momento maduro con mis compañeros y con mis músicos, la banda suena muy bien y tenemos un repertorio que ha ido creciendo solo. Llegó un momento en el que tuvimos un repertorio bonito de cosas inéditas y que tenía una banda sonando de puta madre. En el fondo, ha sido una evolución muy natural, no una decisión.
-¿Con qué se encontrará el público que acuda esas dos noches a la sala Luz de Gas?
-Son boleros y canciones de amor como llevo haciendo desde hace bastantes años. Son canciones que he ido añadiendo cada año a mi repertorio y que no tengo grabadas en ningún disco.
-¿Qué licencias le permite el bolero que no pueda explorar con otros géneros como el flamenco?
-El bolero tiene esa parte mía de fragilidad y de romanticismo. El bolero me permite manifestarla y sacarla a la luz. El flamenco tiene un componente más de fuerza.
-¿Es el mejor registro para cantar una canción de amor?
-El bolero es la canción romántica por excelencia, sí.
-En su web asegura que “el flamenco es mi origen, pero no es mi yugo”. ¿La han querido esclavizar musicalmente a este género?
-Hay quien te reconoce como cantaora, que es lo primero que empecé a hacer, y consigues un reconocimiento y un lugar que hace que lo demás no tenga cabida. Pero también en este aspecto he querido proteger y conservar mi libertad. No dejaré de ser cantaora, lo buena o lo mala que sea, porque cante otra cosa. El bolero apareció en mi vida cuando era muy joven. La gente cree que mi historia con los boleros empezó con Tete Montoliu, pero no es así. Conocí a Montoliu porque ya cantaba boleros, no fue un encuentro fruto de cualquier estrategia comercial de ninguna discográfica. Le conocí cuando estaba cantando boleros en un bar y él fue a tomarse un whisky y allí fue donde me escuchó cantar. Canto boleros desde los 15 años.
-¿La pérdida de referentes en el flamenco, como Enrique Morente, ha provocado que el género se haya sumido en cierto estado de depresión?
-La industria musical está haciendo mucho daño al arte porque el precio de no entrar en ella es tan alto que realmente no hay mucha gente dispuesta a pagarlo. Esto significa que mucha gente con talento y con voces hermosas y capacidades interpretativas hace cosas que les desmerecen y no ponen de manifiesto sus capacidades. Hacen lo que toca, lo que está de moda, lo que les proponen las discográficas. Se está desperdiciando a gente con mucha materia prima y talento.
-Dicen que la cualquier es siempre una oportunidad para transformar lo negativo en algo positivo. También los valores.
-Si todo el mundo se rebela, sí. Si solo me rebelo yo, por supuesto que no.
-¿Cómo ve su entorno para rebelarse?
-No lo sé. Estoy ahí abriendo una puerta y no sé cuanta gente pasará por ella. También es verdad que no a todo el mundo le interesa pasar por esta puerta. Si tú estás dispuesto a hacer lo que te dicen que hay que hacer para vender 200.000 discos, ¿para qué vas a pasar por allí? Si eres ambicioso de otras cosas, en lugar de serlo de libertad, no pasarás por el aro. Yo sólo soy ambiciosa de libertad, de nada más. Así que, o paso por esa puerta, o me muero de asco. He decidido pasar por ella porque si no cada día me topo con cosas que me indignan y que hieren mi sensibilidad profundamente.
-Hay quien la cataloga como una artista innovadora y rompedora dentro del flamenco. ¿Se siente identificada con esa apreciación?
-Lo importante es aportar algo a lo que haces como intérprete, pero también a un nivel humano y social. Es decir, que tu posicionamiento encima de un escenario sirva para remover conciencias. Es importante que lo que haga un artista sea una representación de algo profundo.
-¿Cuál diría que ha sido su aportación al flamenco?
-Lo que ha pasado conmigo es que mucha gente que a priori no le interesaba el flamenco se ha aproximado al género por mi estética musical o mi manera de ser. He despojado el flamenco de prejuicios.
-No es fácil. ¿Ha tenido la aceptación de los más puristas con ese ondeo constante de la bandera de la libertad?
- Cuando uno está tan pendiente de ondear la bandera de la libertad no está tan pendiente de los obstáculos. Yo tenía claro lo que iba a buscar y que mi felicidad estaba en ese camino. Esto ha hecho que no me centrara en los obstáculos; los he saltado sin más.
-¿Ahora es feliz?
-Ahora estoy asustada con todo este cambio porque no sé cuál será la reacción del público, pero también soy feliz porque he dado un paso que es sano para mi salud emocional y artística. Aun así, debo decir que siempre me ha asustado mucho más el hecho de quedarme en un sitio en el que no soy feliz.
-¿Y tiene nervios por esas dos noches en las que se jugará su proyecto?
-No. Es emoción. Nunca tengo nervios (Sonríe).
Mayte Martín prepara un disco de boleros en directo
La reconstrucción de Mayte Martín
He escuchado a Mayte Martín , como cantante recomendada por un político catalán, y me ha encantado.Es una maravilla oir el flamenco en la voz de esta mujer.Tienes un gran ojo, mejor diría buen oído, para tus recomendaciones artísticas.Ya la he escuchado dos veces y llegará a ser una de las grandes.
ResponderEliminarPensaba que la conocías. Debes escuchar sus boleros: la emoción pura, te lo aseguro. En mi blog hay varias entradas con su música. Y lo mejor: una gran mujer.
Eliminar