El yo pasado, lo que ayer sentimos y pensamos vivo, perdura
en una existencia subterránea del espíritu. Basta con que nos desentendamos de la
urgente actualidad para que ascienda a flor de alma todo ese pasado nuestro y
se ponga de nuevo a resonar. Con una palabra de bellos contornos etimológicos
decimos que lo recordamos —esto es, que lo volvemos a pasar por el estuario de
nuestro corazón—. Dante diría per il lago del cor”[José
Ortega y Gasset)
Alguien me dijo que fue un niño de grandes ojos tristes, y que, como todos nosotros, al principio, volvía cada año. Pero el tiempo y las largas ausencias borraron muchos rostros de su memoria de hombre ya maduro. Hasta que, de pronto, las líneas escritas por una desconocida, le devolvieron la imagen de su princesa; la muchacha mil veces soñada, a la que poco a poco había ido reinventando. Una estrategia que le permitía mantener vivo el recuerdo y la esperanza de volver a tenerla cerca y contemplar aquellos ojos, y sus cabellos al viento… Hasta el nombre: Tere, resultó ser una quimera, un ensueño producido por quién sabe qué historia cruzada.
De pronto, supo que no quería verla; que prefería mantener viva la imagen jovencísima
y bella de su princesa. Lo que le dejó totalmente descolocado fue el empeño de
su prima en ponerle rostro y nombre a aquel primer amor, sacándolo
definitivamente de su error. Ya no sabe si esa Tere fue real, pero ¿qué más da?
, se dice a sí mismo, mientras vuelve a fantasear con su princesa mil veces soñada.
Me ha gustado mucho tu entrada.El amor platónico de la juventud tiene esa frescura que tú retratas muy bien; intuyo que lo has conocido¿verdad?
ResponderEliminarCuando miramos algunos recuerdos, hay veces que nos asaltan dudas sobre si realmente la memoria supo guardarlos tal y como sucedieron. Me encantó la manera de relatar tu entrada de hoy.
ResponderEliminarBesos y abrazos Teresa.
Gracias a las dos. Bueno, anónimo no sé de qué género es.
ResponderEliminarSoy Juanita pero al hora de publicar, elijo siempre la opción" Nombre/URL" y no me deja, así que he optado por la de Anonimo.Dime cómo puedo comentar con mi nombre.Cosas de mi torpeza en la cosa de las redes.
ResponderEliminarJuanita: Lo que puedes hacer, si te pasa eso, es firmarlo luego con tu nombre y ya está. No se me ocurre otra cosa. ¡Ah! Lo que si puedes hacerte es un correo de Gmail en google y usar Cuenta de google, que sí está en las opciones. Te servirá para otras cosas y otros blogs.
ResponderEliminarUn beso
Voy a comprobarlo; cómo se aprende aquí.Seguramente es que mi PC nuevo, portáti, no estará predeterminado para ello.Un abrazo
ResponderEliminarPues a mi la historia me encaja, parece escrita para mi, solo algunas correcciones: no tan niño, 14-15 años y no tan tristes los ojos, simplemente enamorados. Mi prima Angelita me presentó a su amiga…¿Tere?...¿Juani? que vivia cerca de la Pililla y al instante me enamoré como solo puede enamorarse un chico a esa edad: Hasta las trancas.
ResponderEliminarDespués de dos dias en el pueblo me vuelvo al Seminario de Madrid con una foto suya en mi cartera en la que está con un grupo de amigos, incluida la Angelita. Durate dos años esa foto fue mi despertar emocionado de cada dia.
Mi “Director Espiritual” del Semi decía que si no lograba olvidarla que tendría que salirme e ir a buscarla. Mi prima fue el enlace celestino durante ese tiempo y ahora va y dice que no se acuerda.
Pero yo se que si ELLA lee este comentario seguro que recuerda la historia, otra cosa es que quiera descubrirse. Porque a mi si que me gustaría saludarla, es parte de mi historia, de mis sentimientos adolescentes. Tengo su foto pero demasiado bien guardada, cualquier día aparece y la adoso a este blog, a esta historia.
Sentimientos primeros, amor platónico… la edad marca la intensidad y naturaleza de nuestros sentimientos. Tengo una edad preciosa. Vuelvo a sentir de forma primaria. Ahora lloro cuando me emociono. No lo hacia desde niño.
Cristobal Viedma.
Desde Madrid, muchas gracias y besos Teresa, este ha sido un cumpleaños muy especial.
Cristóbal: No sabes lo feliz que me hace que mi regalo haya llegado a ti de esa forma. Gracias por tu precioso y sincero comentario. De verdad que te honra. No hay mucha gente que sea capaz de desnudar sus sentimientos de esta forma. Felicidades por ello.
ResponderEliminarUn abrazo