Nada desanima a los jerezanos: ni la gravísima crisis que tanto afecta al aumento del paro, ni la ruina del Ayuntamiento, que no puede pagar a sus trabajadores, nada, nada. Salen a las plazas, con una simple zambomba, una pandereta, un cajón y algunas guitarras y se desgañitan cantando los villancicos de siempre, tocando las palmas, con ese compás tan perfecto con que acompañan cualquier música. Y yo, como cada año, tomo mi cámara de fotos y mi grabadora, y también acompaño la fiesta y doy fe de que la alegría casi nada tiene que ver con tener mucho dinero, o una posición. Hay cosas que no se comprenden: se viven, y punto.
Este año he recorrido el barrio de San Miguel, las calles donde nacieron y crecieron La Paquera y de Lola Flores. Ellas presiden dos de las plazas más populares y nos invitan a participar del ambiente gitano y popular de siempre.
Este año he recorrido el barrio de San Miguel, las calles donde nacieron y crecieron La Paquera y de Lola Flores. Ellas presiden dos de las plazas más populares y nos invitan a participar del ambiente gitano y popular de siempre.
Sí que es gratificante ver cómo el ánimo sigue intacto en algunas personas, a pesar de los duros momentos que pasan.
ResponderEliminarUn beso Teresa y unas muy felices fiestas.
felicidades para ti y toda tu familia.
ResponderEliminarUn abrazo