jueves, diciembre 3

Dioses, mitos, y símbolos en el siglo XXI

Querida Ángeles: Es media noche y no me llega el sueño. La verdad es que  no sé si estoy más enfadada conmigo, o sea, con “mi mismidad” (como diría la doctora Plaxats)[i],  o por esas cosas que diariamente aparecen en los medios de comunicación y que acaban por hartar a cualquiera.

 Entre ayer y hoy,  precisamente se han organizado dos actos multitudinarios en distintos lugares del mundo,  no sé cuál de ellos menos comprensible, al menos para mí, claro, porque parece que hay miles de personas que están encantadas con todo el “jolgorio” que se ha montado alrededor de dos “estrellas” de esas que hay que poner entre comillas.  
Te cuento: resulta que el Real Madrid…, si, te voy a hablar de futbol… ¿te sorprende? Pues como te decía, el Real Madrid acaba de fichar a un jugador joven y bien formado, como casi todos, ¡estaría bien que no lo estuvieran con las horas que dedican a su cuerpo!  Se llama Cristiano Ronaldo, y como su  nombre indica, no es español: el muchacho es portugués. Pues nada, que el precio que le han puesto a ese “artista de la pelota”, a ese “gran hombre” que acaba de salir de la adolescencia y apenas si habrá asistido a la escuela, es ni más ni menos que “tropecientos” millones de EUROS. La verdad es que para lo que aquí interesa, da igual la cantidad exacta, además a ti el dinero ya no te importa mucho. Lo que te puedo asegurar es que es la mayor barbaridad que se ha pagado nunca por una persona que lo único que va a hacer es dar patadas a una pelota. Pero te lo quiero explicar, no sólo por eso, sino por lo que la noticia ha provocado, en una población a la que se está machacando a diario con que estamos ante la mayor crisis conocida desde los años veinte, con que el paro crece a un ritmo desenfrenado y montones de familias viven de la caridad y de los pucheros de las instituciones asistenciales, como en los mejores tiempos; esos en lo que aún no se conocía lo del Estado del Bienestar.  Pues ya te digo, todos criticando la política económica del gobierno, las medidas contra el paro, etc. etc. Y…  ¡alucina!, ayer se reúnen noventa mil personas en el Santiago Bernabeu para dar la bienvenida al jugador, para aclamar el “gran héroe” que vendrá a salvarnos de la desidia cotidiana,  y ¡quién sabe!, quizás más de uno se sienta reconfortado al saber que los bancos no estaban tan mal de dinero como decían; que, lo mismo que han sacado de debajo de las piedras esos millones para que el espectáculo continúe, tal vez puedan renegociar la hipoteca del pisito de 60 metros, y el crédito para pagar el coche. No me extrañaría nada que más de uno se esté preparando para hacer un  viajecito al Caribe a final de Agosto que es un poco más barato. De verdad, Ángeles,  que mucha coña, mucha coña, pero es triste, más que triste ¡vergonzoso!


Estos héroes de “pacotilla” son los modelos que llegan a los chicos en las escuelas y en los institutos. Son jóvenes a los que todos quieren parecerse, sobre todo en el bolsillo, ¡ah!, y en el éxito con las mujeres, esa es otra. Qué curioso,  que todos se “ennovian” o se casan, o se juntan, o como se dice eufemísticamente,  salen, con chicas altas, rubias, delgadísimas y con mucho éxito, casi todas modelos, por cierto. Son parejas “perfectas” que dedican su vida a salir en las revistas de moda, que se gastan el dinero en ropa de diseño y, si pueden, tienen hijos de diseño, o sea, vaya,  todo muy estético y “divino de la muerte”, como decía Carmina Ordóñez, precisamente una de esas estrellas de cartón piedra, que acabó dramáticamente. 
Bueno, bueno, que me pongo irónica, tirando a sarcástica (no sé exactamente la diferencia) Sé muy bien, querida amiga, que todo esto te va a enfurecer, aunque no sé si ahí donde tú estás existen las emociones, al menos estas tan negativas…, no sé…, no me parecería bien, pero si estuvieras aquí,  seguro que no dejarías títere con cabeza. 
Pero no he acabado todavía. No te lo pierdas. Acaba de morir Michael Jackson, también llamado el Rey del Pop… AHHHH,  me está entrando sueño… me parece que voy a seguir mañana. Son las dos.
Esta mañana me costó volver a la realidad, después de que anoche me desvelara un montón. Estuve escuchando la radio hasta las cuatro. Y tú dirás: ¿qué hace esta mujer escuchando la radio a esa hora…? Pues nada, los programas típicos de la noche; cuando la gente se suelta y cuenta cosas íntimas a las ondas. Se oye de todo, te lo aseguro: instructivo y casi siempre interesante, aunque… ¡hay cada cosa… ¡  
Bueno Ángeles, no quiero dejar a medias lo que anoche trataba de contarte. Más o menos te habrás enterado de lo del futbolista súper,  súper millonario y las estupideces que somos capaces de hacer los humanos ante alguien a quien se pone un precio, como si de una cosa se tratara. 



Pues la otra historia  es la del cantante “descolorido”,  con perdón para quien lo considere un genio de la música Pop.  Ya sabes cómo había ido degenerando la imagen física de Michel Jackson. Un chico que se había ido convirtiendo en una especie de “ser” fuera del mundo. Renegó de sus genes y poco a poco, su rostro fue transformándose en algo indescriptible. Parece que el personaje se comió a la persona, que nunca sabremos cómo era, aunque lo que proyectaba era algo parecido al esperpento: grotesco, extravagante son  los adjetivos que se me ocurren.  
Pero lo más importante, lo que quizás tengamos que preguntarnos los mortales de este siglo XXI es qué representa este personaje tan disparatado? Algunos hablan de libertad, para defender eso de que cada cual con su dinero puede hacer lo que quiera, incluido comprar la juventud eterna a un sistema médico que se ha convertido en algo así como una institución omnipotente.
Verdaderamente algo se nos está yendo de las manos Ángeles.  Estamos ante alguien convencido de que tiene todos los derechos y que no existen límites al capricho de convertirse en lo que cada cual  crea conveniente.  Los medios de comunicación se encargan de alzarlo a los altares, de presentarlo ante el mundo como  un modelo, o al menos nos hacen  creer que hay que perdonarle todo, porque  “el pobre” fue muy desgraciado en su infancia. ¡No te fastidia! La cantidad de personas que han tenido infancias poco felices, incluso infinitamente peores que las de Michael Jackson y podemos verlas por ahí, luchando por la vida, tratando de salir adelante sin ningún tipo de privilegios ni caprichos de excéntrico millonario. 
Total, que ni tú ni yo hemos sido admiradoras de este artista, cosa que no desmerece en absoluto su genio como músico y como bailarín de un estilo determinado. Sin embargo, en estos días millones de personas, más que admiradores o admiradoras, diría yo que fanáticos creyentes, han llorado y han adorado a su Dios particular. Algunos se han desplazado miles de kilómetros para poder asistir al espectáculo del entierro, con sus sacerdotes, su liturgia y sus fieles, como si de algo sagrado se tratara.  Como decía Elvira Lindo el domingo, en su página de El País, los creyentes no les vasta con admirar, tienen que convertir en símbólico cualquier acto relativo  a su ídolo. Y eso es lo que está pasando con estos personajes mediáticos de los que te hablo.  El colmo de todo esto es que, después de más de dos semanas, el cadáver de Michel Jackson sigue dando vueltas por ahí, sin que nadie decida dónde dejarlo definitivamente descansar. ¡Qué mundo éste! 
Hasta la próxima,  querida amiga. Procuraré contarte algo más edificante. 
Un abrazo

[i] Es una amiga común, Psicoterapeuta, a la que cariñosamente le llamábamos por su apellido, añadiéndole el título de doctora; un guiño que nos permitía ella, abierta siempre a tomarse a sí misma un poco a broma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario