http://www.youtube.com/watch?v=hTQzPoa1GH0 "Amores se van marchando" en YOU TUBE
Tenía yo veinte años, los ojos brillantes, y estrenaba nuevas ilusiones. El amor acababa de llamar a mi puerta y yo, con la inocencia de aquel tiempo de silencio y de misterios aún sin descubrir, escuchaba a Mari Trini y la emulaba, entonando sus canciones, los sábados, mientras ayudaba a mi madre en la limpieza semanal de la casa. Ni siquiera tenía un tocadiscos de aquellos que sonaban tan mal; una simple radio me servía de distracción, mientras dejaba el piso como los chorros del oro. El Gran musical, programa fantástico, presentado por José M. Iñigo, fue un escaparate de esos cantantes de la época final del franquismo, algunos de los cuales fueron estupendos letristas, como Mari Trini, o Miguel Gallardo, también tristemente desaparecido. Me gustaba la melancolía que rezumaban sus canciones, porque tenían mucho que ver conmigo: Un hombre marchó, me recordaba que ÉL (mi novio entonces) se había marchado al pirineo, a cumplir con sus obligaciones militares, “hacerse un hombre” se decía. Los días transcurrían entre el trabajo en la oficina, las tardes melancólicas y las cartas que llegaban a diario y a diario tenían su correspondiente respuesta. ¡El amor...,! sólo vivía para eso; para la espera. Lo demás era un tiempo muerto que procuraba llenar con lo poco que había a mi alcance y una de esas cosas era la música. Cuando me acaricias, era mi canción. Sabía expresar exactamente mis emociones jóvenes; y más que una realidad, hacía referencia a mis fantasías. ¡Ya me hubiera gustado a mí poder tener las experiencias que contaba la canción... Curiosamente, a mi madre le encantaba y me acompañaba esas mañanas hacendosas. MARI TRINI era una cantante poco común, una mujer diferente, una artista que nunca se prostituyó y que, quizás por eso, ha terminado olvidada y sola en su pueblo murciano. Afortunadamente quedan los recuerdos, sus canciones, su ejemplo y sus hermosos y tristes ojos azules. Que descanse en paz.
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