viernes, abril 12

Por tierras navarras con mi libro Al hilo de la conversación

Al hilo de la conversación viaja al norte: Azagra (Navarra) Un viaje al pasado; a la memoria de los emigrantes andaluces a otras tierras de España. Allí presenté la nueva edición, delante de mis paisanos.
En plena actuación
Una tarde para el recuerdo, para los encuentros inesperados, para las emociones, los abrazos, los apretones de manos, las sonrisas, el orgullo de ser quienes somos y poder reconocernos en los demás... Para tantas cosas que ni siquiera había pensado, pero que pasaron y me llenaron el corazón de gozo. Caras conocidas, infancias compartidas en la Carrera Alta, o el Terrero; en otros barrios algo más alejados... pero, al fin y al cabo historias comunes y sobre todo la experiencia de la pérdida; de ese adiós a las calles empedradas que tantas veces recorrimos, a la sierra, la ermita, la Pililla... Lo que perdimos y quedó ahí, esperando mejores tiempos para poder ser recuperado.  La tarde del 16 de marzo, algo de ello recuperamos tod@s.      
Este libro que me ha dado tanto, también me ha permitido este emotivo encuentro con parte de mi pasado. Y también, por qué no decirlo, me ha dado muchas sorpresas. Como encontrarme con caras muy jóvenes, que quisieron acompañarme, a pesar de que, algunos de ellos. ni siquiera habían nacido cuando yo me marché del pueblo. O esas personas tan generosas que viajaron desde otros lugares, con la ilusion de participar de el acto y encontrarse entre paisanos y conocidos. No es falsa modestia, sinceramente. Me he sentido tan agasajada, tan amable y afectuosamente tratada, que, francamente, me siento en deuda con tod@s. Todavía siento el calor de algunas manos, las sonrisas y los abrazos... reales, sinceros...  sin trampa ni cartón. No tengo palabras. Mi agradecimiento y mi compromiso de devolver de alguna manera tanto cariño y de seguir disfrutando de las cosas que nos unen, a pesar de tantas distancias, tantos años, tantas circunstancias no tan propicias al encuentro. 
Nuevas generaciones, hijos de Ildefonso
Desde aquí, manifiesto mi deseo de hacer realidad ese relato migratorio común; esas experiencias compartidas, en las que podemos encontrar tantas pérdidas como posibilidades de desarrollo; algo que cierre la herida que un día, en los lejanos años sesenta, se abrió en cada uno de nosotros. Os animo emprender ese hermoso proyecto.
Mujeres entusiastas
Con una cariñosa Ana, hija de Isabel, mi vecina
El grupo escuchando atentamente mis palabras






El grupo escuchando atentamente mis palabras






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