Manolo Sanlúcar charlando con amigos a la entrada del evento |
Si fuese poeta,
podría ponerle adjetivos a ese pozo de tristeza;
hablaría de su sutil
sonrisa, de su frágil figura,
de la voz pausada,
con la que regala hermosas palabras,
pasión y sabiduría
sobre música.
Diría tantas cosas
sobre su imagen casi de anciano:
cabello de nácar, andar
calmoso, suaves los gestos.
Y su mirada… ¡Ah, la
mirada! Tristísima, pero serena,
como si ya nada
pudiera perturbar su alma.
Se deja abrazar,
humilde, agradecido,
y nos regala un mohín,
que es casi sonrisa
Mi agradecimiento a su hermosa conferencia |
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