viernes, febrero 10

La muerte, la tristeza y los remedios modernos

Tiene la mirada perdida y pálido el rostro. La observo,  hablando a Layca, como si se tratase de una persona, cuando sólo es una perrita que se ha convertido en ese ser  a quien mal criar, ya que los hijos tan anhelados,  nunca llegaron.  
 Totalmente vestida  de negro, porque así lo manda la costumbre, y tal vez porque su estado anímico no le pide otra cosa.  Ya no tiene prisa por volver a casa. Fernando no estará esperando para sentarse a cenar y a ver un rato la televisión. Pero se la ve cansada,  como si anduviese en una nube y sin la energía necesaria  para compartir un rato de charla en la plaza, donde coincide cada atardecer con las vecinas, todas amantes de los animales  y de la conversación. El médico le ha recetado un antídoto contra el dolor; de esos que adormecen la conciencia, que pretenden apagar el sufrimiento lógico ante la muerte, incluso cuando es anunciada. No hay que llorar, no hay que sufrir, es mejor descansar, dormir, dormir. Ya no se permite a nadie experimentar la tristeza natural tras estos acontecimientos vitales; de  hecho se le llama depresión, y a las expresiones de rabia, o de dolor propias de los primeros momentos, ansiedad. Estas palabras mágicas transforman un suceso corriente en enfermedad y nos incapacitan cada vez más para poder gestionar, como siempre se ha hecho,  los zarpazos que la vida, irremediablemente,  nos depara. ¡Qué pena!  

Me acerco para expresarle mis sinceras condolencias y sólo encuentro palabras ya gastadas y frases hechas. Lo sé, me doy cuenta de que no hay nada que pueda consolarla. ¡Qué estupidez! Cuando se ha perdido a la persona con la que hemos pasado la vida, ¿qué se puede decir? Elisa, muy seria, tiene la frase justa, eso que se espera de las mujeres que han dado su vida por la familia y no disponen de espacios propios: 
-    ¿Vivir yo…?  Si hemos estado juntos desde los 16 años. A mí me salva que soy creyente, ese es mi consuelo: la fe.

3 comentarios:

  1. Muy triste la entrada de hoy Teresa. Me ha gustado leerte, como siempre.

    Por cierto ando preparando un vídeo y ¡Dios! que follón! ahora no sé como subirlo. ¡en fin! seguiré tocando botones. A ver quien puede más.

    Besos.

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  2. Teresa: Si ves qe necesitas ayuda para tus investigaciones informáticas, no te cortes, me puedes pedir ayudar. Si puedo, te explico lo que sé y si no, para eso tengo la MAGA a mano.

    Un beso mañanero de 3º

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  3. Gracias por tu ofrecimiento Teresa!! Conseguí con dificultad, eso sí, colgarlo. Espero que la próxima sea más fácil.

    Besos.

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