Ayer, de pura casualidad, estuve hablando de este libro con una amiga. ¿Has leido El albergue de las mujeres tristes?, me preguntó. Mi respuesta fue rápida: sí, lo conozco. Pero la verdad es que se trata de una lectura ya antigua. Seguramente hace más de diez años que el libro entró en mi bilioteca. Lo abro y no logro encontrar rastro de fecha, aunque suelo ponerla, junto con mi nombre.
Así que si me perdonais, voy a matar dos pájaros de un tiro, y esta vez voy a tomar la reseña de una página web especializada en resúmenes y reseñas. http://es.shvoong.com/writers/muerta-de-risa/
Este es el tema de la novela:
"Con una prosa clara y sencilla, Marcela Serrano escribe una historia cuyas protagonistas son, en su mayoría, mujeres. En la isla de Chiloé, Chile, existe un albergue que aloja a pacientes del género femenino que están tristes. Allí irá Floreana que intentará superar la muerte de su hermana Dulce y sus fracasos amorosos. Pero lejos del mundanal ruido donde se espera un clima de recogimiento y reflexión, Floreana vivirá una apasionada historia de amor con el médico de la región que, al igual que ella, ha escapado de la gran ciudad para olvidar antiguos rencores.
Tal como plantea la historia, es una novela de encuentros y desencuentros que tienen el hombre y la mujer de este siglo. Son los miedos de las malas experiencias, las generalizaciones y las malas interpretaciones lo que nos separan del sexo opuesto. No sólo Flavián y Floreana se encontrarán en el discurso (discusión) bajo los mismos reclamos que uno y otro sexo se hacen, también se desencontrarán el discurso amoroso y en el contacto físico. Los cuerpos son los que más reclaman, pero también son un obstáculo porque es el cuerpo deseado, inalcanzable, incomprensible, una dimensión que le representa al otro el dolor. Por eso, se evitarán constantemente, se reprimirán, buscarán la castidad (Floreana) para tener el control (Flavián) de sus emociones y de sus vidas. Quizás un tercero ayude a unir lo que por voluntad propia ninguno es capaz de hacer. Pedro es el sobrino de Flavián y admira a esta historiadora que no se deja conquistar. En su condición de objeto del deseo para Floreana, que también le es una y otra vez negado, podrá llegar a la reflexión con él que debe jugarse por aquello que desea. Casualmente, Pedro es escritor de textos eróticos.
La interacción que tiene la protagonista con el resto de las mujeres del albergue es la excusa perfecta para que cada una cuente por qué está allí. El desencuentro es una situación común y causa de tristeza de todas ellas".
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