lunes, junio 28

Reconocimientos que se agradecen

             Otro instante de emoción. Tarde del veintidos de junio. Centro de adultos Victoria Alba de Jerez. En el acto de final de curso, al que acuden más de cien personas; personas que en su día no pudieron acabar sus estudios primarios, o incluso no los iniciaron. Entre ellos muchísimas mujeres, la mayoría. Mujeres que esa tarde se había esmerado en su arreglo y aparecían guapísimas, como para una fiesta. Al fin y al cabo qué mejor celebración que esa: estar aprendiendo y disfrutando con descubrimientos que las hacen sentirse mejores, más valoradas, pero sobre todo más felices.
Cuando escuché mi nombre y salí a recibir la placa, me emocioné. La enseñanza de adultos tiene un significado especial para mí, porque me recuerda lo que siempre hizo mi madre en mi propia casa: enseñar lo que sabía a las personas que no habían podido ir a la escuela. Por eso me sentí muy orgullosa y honrada con ese regalo tan especial que se me hizo.      
Mi agradecimiento a tanto entusiasmo por algo tan humilde como mi libro. Recibo el cariño y la admiración, teniendo muy claro quien soy y de dónde vengo. Al fin y al cabo, en lo fundamental, me siento una de ellas. Creo que es eso lo que transmito y de ahí el acercamiento que se da.


No hay comentarios:

Publicar un comentario